¡Hola! pues como indica el titulo este libro incluirá historias cortas sobre nuestro cazarrecompensas espacial favorito y el pequeño Grogu (o baby yoda) ❤
Así que, ¿Preparados para un viaje por una galaxia muy, muy lejana?
Los últimos meses habían supuesto un cambio drástico en tu plan vital. Después de conocer al mandaloriano en una de sus muchas paradas habíais congeniado con facilidad, según sabias acababa de recuperar a su hijo después de un tiempo separados, él tenía mucho en que pensar y que reformular en su existencia por lo que tu ayuda con el pequeño resultó inestimable.
Una vez reorganizados el paso por Mandalore era obligatorio así que os pusisteis en camino. Usabais una nave que adquiristeis prestada de un conocido del cazarrecompensas localizado en el Borde exterior. El planeta resultó estar en unas condiciones muy cuestionables como te mencionó Din, por lo que fue necesario llevar a cabo un largo recorrido a pie que ninguna máquina podía realizar.
Llegasteis a una especie de cueva que parecía inestable, por lo que el mandaloriano insistió en que ni tú ni Grogu os separarais demasiado de él. El niño emitió un suave gorgojeo en su cuna mientras os seguía por la superficie rocosa.
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Al rato encontrasteis una fuente de agua que emanaba del techo destartalado que al parecer era vuestro destino. Debías admitir que se trataba de un paisaje melancólicamente hermoso.
-Ya hemos llegado, ten cuidado con el chico, pero antes ¿podrías darte la vuelta? (el mandaloriano se paró y comenzó a dejar el equipaje y las armas que portaba).
Meditaste durante un segundo de confusión hasta que caíste en la cuenta de que tendría que bañarse...
-Ah, si...lo siento (te diste la vuelta con un leve rubor en tus mejillas).
Oíste una serie de suaves sonidos metálicos de la armadura al entrar en contacto con el suelo pieza por pieza mientras el hombre la depositaba con cuidado en la roca. Lo último que llegó a tus oídos fue la tela del traje de vuelo según era desabrochado.
Después de unos minutos se hizo patente la salpicadura del agua al entrar en contacto con su cuerpo junto con un leve chasquido de una superficie consistente que rozaba con una pared, como si se hubiera apoyado echando su cabeza aún con casco hacía atrás. El conocimiento de la circunstancia aparentemente inocente en la que os encontrabais no hizo nada por calmar tus alteradas pulsaciones que jurarías podías notar en la garganta, tragaste ignorando tu boca seca mientras acariciabas la oreja de Grogu en un intento por calmarlo, o quizás simplemente por tranquilizarte.
El eco de un suspiro profundo reverberó por la cueva cuando una última pieza pesada caía con reverencia al suelo. Su casco, pensaste, era la primera vez que estabais en la misma habitación sin esa barrera y solo tenías que darte la vuelta, el hecho de la confianza que depositaba en ti a pesar de no conocerlo de hace demasiado tiempo te conmovía.
Una serie de versos dichos en un idioma desconocido como una oración en voz baja llenó todo el entorno natural y la armadura completa volvió a su dueño como si todo aquello no hubiera sucedido.
-Puedes darte la vuelta.
Hiciste caso a sus palabras y lo encontraste de frente, la imagen que presentaba el cazador resultaba peculiar, casi todo su atuendo parecía intacto salvo por un casco del que se desprendían diminutas gotas transparentes y el filo de sus pantalones que se humedecía hasta los tobillos.
-Gracias.
-¿Por qué? (sonreíste con incredulidad, después de todo solo su persistencia os llevó hasta ese planeta perdido).
-Simplemente por estar (la sinceridad plena en la voz de Din hizo que te mordieras el labio luchando por encontrar las palabras).
Solo asentiste con nerviosismo mientras alcanzabas su mano enguantada, él aceptó el gesto con determinación, el leve calor que emitía a pesar del frio entorno te sirvió para anclarte a tierra y los tres procedisteis a salir de allí.
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