¡Hola! pues como indica el titulo este libro incluirá historias cortas sobre nuestro cazarrecompensas espacial favorito y el pequeño Grogu (o baby yoda) ❤
Así que, ¿Preparados para un viaje por una galaxia muy, muy lejana?
Todo resultó ser un error garrafal, aquel esclavista se había convertido en una piedra en el zapato del mariscal en las últimas semanas, no era un hombre demasiado poderoso pero desde luego era escurridizo. Había oído que Mando estaba en el planeta para una puesta a punto de su nave, así que le pidió consejo.
Así fue como ambos se encontraron persiguiendo al indeseable por las dunas del desierto, con Djarin en cabeza. Estuvieron a segundos de atraparlo cuando el objetivo sacó una especie de bastón extensible pero resistente que utilizó para golpear en la zona desprotegida de la pierna del mandaloriano, esto provocó que el cazarrecompensas emitiera un quejido en voz alta antes de utilizar el beskar de su brazo para dejarlo inconsciente. Vanth corrió lo más deprisa posible para auxiliar al otro hombre, acercándose a él con preocupación, ya que se encontraba sentado en la arena.
-¿Estás bien, compañero?
-No puedo mover la pierna...(la respiración del hombre estaba desacompasada).
El mariscal se agachó para inspeccionar la zona afectada, desde luego no tenía buen aspecto, acto seguido procedió a desatar las protecciones de la pierna.
-Creo que está rota, intenta quedarte inmóvil, me comunicaré con la ciudad para que manden ayuda, además hay que encerrar a este tipo. (Djarin asintió con inseguridad).
Cobb utilizó el bastón y su propio pañuelo rojo para entablillar la pierna del otro hombre, quien profirió un grito que pareció traspasar las dunas...
El mariscal decidió que el otro hombre utilizara la habitación sobrante en su casa para reposar, después de todo no hubiera ocurrido nada de no haberle pedido ayuda. Una vez llegado a la ciudad llamó a un médico y encargó a alguien que fuera a recoger al pequeño, aquello no fue difícil debido a la cercanía, ya que se encontraba con la mecánica de confianza de Mando. El pronóstico no fue bueno, ya que el hueso tardaría en soldar, desde luego serian unas semanas muy largas para el cazarrecompensas.
El tiempo pasaba lento en el desierto y el estado de ánimo del mandaloriano no era el mejor, nunca fue un hombre que se detuviera mucho tiempo en el mismo sitio y el estar guardando cama no ayudaba, por lo que la tensión se percibía en el ambiente. Después de haber arrancado la pata de una mesa auxiliar en la casa del mariscal y, accidentalmente, intimidar al médico sin decir una sola palabra, todo ello durante una conflictiva sesión de rehabilitación, Cobb podía decir con seguridad que no sabía que más hacer. Aunque en su defensa el cazarrecompensas se disculpó por ambas cosas y aseguró que arreglaría el mueble accidentado.
Fue en ese momento que Cobb observó el calendario y se dio cuenta de la cercanía de una fecha muy concreta, pensó que ambos bien merecían un día tranquilo, por lo que se le ocurrió una idea...
Din se encontraba dando vueltas entre las mantas sobre el colchón de la habitación de invitados, intentando no pensar en nada y esperando recuperarse rápido, realmente cuando era más joven eso no habría costado tanto. Entonces percibió un olor dulce muy familiar desde la cocina y la puerta de la pequeña sala se abrió.
Vanth apareció con una bandeja con comida y el niño justo detrás sosteniendo feliz una especie de dulce que ocupaba la mitad inferior de su rostro.
-Hola compañero, me preguntaba si querías comer algo, hoy es día de celebración...(El hombre lo miró con una sonrisa brillante que mostraba sus dientes).
-¿Cómo...has podido saberlo? (Las palabras del mandaloriano se le atascaron por un momento en la garganta cuando se dio cuenta de que plato se trataba).
En esa bandeja estaban perfectamente cocinados el dulce estrella de su infancia, el mismo que su propia madre le preparaba el día de su cumpleaños, como hoy.
-Bueno...(el hombre pareció perder la confianza de hace unos momentos) en una de tus visitas aquí estábamos juntos cuando le contaste a Grogu que había una comida típica que tomabas en tu cumpleaños y que era cerca del festival más importante de tu asentamiento, así que busqué algo de información y encontré la receta...espero no haberme equivocado...
-Yo...(el mandaloriano estuvo agradecido por su casco, ya que de otra forma se hubiera notado la humedad creciente en sus ojos).
-Bueno, creo que debería irme, así podrás comer algo...
-¡NO! (su voz sonó más apresurada de lo que pretendía, por lo que moduló el tono)...Puedes quedarte, solo dame la espalda.
El mariscal sonrió y se sentó, mientras Grogu se colocaba en el regazo de Din. El mandaloriano se quitó el casco y probó el refrigerio, ante lo cual emitió un sonido satisfecho.
-Gracias por esto, por todo....
Cobb sintió como su pecho se hinchaba.
-Felicidades compañero.
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NOTA: ¡Hola de nuevo! la verdad no pensaba publicar hoy, pero es una ocasión especial por el cumpleaños de Pedro, así que decidí hacer un especial <3
