A ʟ ᴍ ᴀ [#2] © (Corrigiendo)

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"________"

Alce la vista de mi escritorio hacia la puerta de mi habitación. El pasillo estaba oscuro, la única luz era la pequeña lamparita que estaba en el escritorio junto a mí.

Me gire otra vez hacia el libro en mis manos intentando no prestarle atención a los tétricos sonidos que se escuchan fuera de mi casa. Esta es mi primera noche en la casa que mis tíos me dieron. Al principio fue extraño y me costo acostumbrarme al ambiente de la habitación.

Y mientras intentaba reconciliar el sueño, me puse a leer un libro que había comprado hace muy poco.

Bill por otro lado, no ha aparecido por aquí. Lo que me hace dudar mucho, antes de enterarse que alguien quería apoderarse de mi cuerpo y usarlo para quien sabe que, solía estar muy al pendiente de mí, aun que solo fueron un par de minutos, tener su atención, se sentía especial para mí.

"________"

Me levante de golpe. Me gire para observar la habitación, escanearla hasta el último rincón. Sabía que no estaba sola, solo intentaba ignorarlo, pero esta presencia era insistente y no parecía tener la intención de irse.

—¿Quién eres y qué quieres? —¿Estaba asustada? Por supuesto que sí. No soy quien para enfrentarse a cosas sobrenaturales, mis habilidades, que nunca supe usar, desaparecieron, según Bill.

Una risita burlesca, me confirma el hecho de que definitivamente no estaba sola.

—¡No puedo creerlo! —Me gire abruptamente cuando la voz femenina se escucho detrás de mí. Ella, la mujer de antes, estaba sentada en mi cama— ¡Bill te enseño a detectar las presencias demoniacas!

Sonaba tan asombrada, tan divertida que me irritaba.

—Tu... –Me apunta con una sonrisa— Si que le importas.

No dije nada.

No tenía nada que decirle a ella, no la conocía, no confiaba en ella y su sola presencia me ponía de mal genio. Al contrario de ella, que nunca quitaba esa cara de diversión y burla ante los demás.

Eso me hacía pensar que su nivel o rango de poder era muy alto, y la hacía tener ese ego de superioridad.

—¿No hablas? ...¡Ay vamos! Es aburrido si no dices nada.

—Me importa bien poco si te aburro. —Hable sin pensar.

—¡Y ahí estas! —Comienza a aplaudir como si hubiera visto el mejor show.

Arrugo las cajeas molesta. Ella se levanta de golpe y se me acerca, por instinto retrocedo hasta caer en un sillón individual frente a la ventana, que había puesto para leer.

Esos ojos rosados me observaban fijamente. Tomo mi cara y me examino, la incomodidad del asunto me molestaba, ni siquiera dude a la hora de levantar mi mano y golpear su brazo para que me soltara. La peli rosa retrocedió.

—Lo voy a preguntar una sola vez ¿Por qué quieres que sea tu maldito recipiente?

La mujer se mantuvo quieta. Ladeo la cabeza antes de sonreír, tomo un mechón de mi cabello, sus rojizos ojos y sus relucientes cuernos me daban escalofrías. Trague grueso, porque el ambiente se puso raro.

—Bill es alguien peligroso que debe ser aniquilado —Alzo el mentón— sabes que te oculta algo, pero aun así confías en el —Su dedo toco con rapidez mi pecho— y el hecho de que este loco por ti, me beneficia.

—No voy a dejar que lo mates...

—¿Y qué vas a hacer humana? —Se burla— Eres mortal ¿Lo olvidas? No puedes hacer nada por detenerme. Y aun que me veas como la mala, realmente no lo soy.

Para cuando parpadeé, ella ya no estaba en la habitación. Respire con dificultad, ella acababa de confirmar mis sospechas, algo me oculta Bill y no sé que es. Aun así, como ella bien dijo, yo sigo confiando plenamente en el.

(*)

Bill Chiper era el demonio más temido de todos, y no era un secreto el que tuviera muchas personas que quisieran arrebatarle el lugar. Por eso, el demonio tenía una relación muy discreta con______.

Y el hecho de que ella lo haya descubierto, ya era peligro, tanto para él, como para ella.

El rubio se toco la sien, en busca de un relajo para su cabeza. Tenía demasiado en la cabeza, no encontraba soluciones por mucho que observara los posibles resultados de su futuro. Todos y cada uno de ellos lo llevaban a un mismo resultado.

______odiándolo, alejándose del. Dejándolo solo.

Pero Bill era un demonio egoísta, y aun que ella lo odiara, no detendría su plan.

La bonita azabache era suya, por muy humana que fuera, le pertenecía, la aclamaba constantemente. Ella era una droga para él, una demasiado adictiva como para dejar.

Y si tenía que matar a alguien en el proceso, lo haría. Despedazaría a cualquier humano que se interponga en su camino, porque la prioridad de Bill ya no era el raromagedon, lo era ella. Haría lo que fuera para mantenerla a su lado por toda la eternidad.

(🐛)

¡Hola, Hola!

Tengo buenas noticias, ya termine la otra historia ¡Yei! Así que, "Alma" es la prioridad ahora, por lo que, probablemente actualicé mas a menudos, tengo muchas sorpresitas para ustedes.

¡Adióss!

No olviden comprar oro.