Capítulo 4: El Bar Lácteo.

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Link y Marie miraron afuera de la carreta y observaron muchísimos wolfos. Marie no tenía ningún arma por el momento.

"Link, ¿podrías prestarme ese arco?" preguntó Marie educadamente.

"Claro, mientras no gastes muchas flechas." respondió burlesco.

"Solo necesitaré tres, niño bonito." contestó molesta.

"Quisiera ver que acabaras con una manada de diez wolfos con solo tres flechas, pequeña." pronto se tragó sus palabras, lanzó las tres flechas hacía distintas rocas, golpeando a los wolfos tres veces, acabando con ellos.

"Como dije, tres flechas, niño cabellos de princesa, para ser un héroe no has hecho nada útil aún. Y pensar que me agradabas, solo eres un machista más." Link se sintió mal y siguió callado todo el camino.

"Metiste la pata hasta el fondo, Link,Marie no es mala persona y como te pudiste dar cuenta, es una arquera nata. Deberías disculparte con ella." murmuró Tael.

"Lo sé, lo sé, pero para mi es muy difícil pedir disculpas. Pero me siento terrible." cabizbajo le contestó a su compañero.

"Deberías considerarla más, sufrió mucho hasta el punto de ser la guerrera que es hoy. La conocí de pequeña y no era para nada lo que es hoy, salvaje si, pero no le gustaba pelear." Tatl voló hacia Marie y se puso a platicar con ella.

"Es oficial, soy un asco de persona." Link dijo mientras escondía su cara entre las manos.

"Un poco si, pero no lo dijiste con motivo de ofenderla. Pero Marie ha recibido muchas críticas por ser mujer y no comportarse como la típica sumisa que viste hermosa para los hombres. Todos la han maltratado, menos aquellos que realmente la conocen, así que tu comentario lo tomó a mal."

"Lo sé, y no tengo idea de lo que voy a hacer, recién la conozco y ya metí la pata." Link seguía sin levantar el rostro.

Sin decir nada más, llegaron al bar lácteo poco antes de la hora acordada entre los Bombers y Link. Marie se bajó de un salto, tropezó, pero en vez de sentir el suelo sintió el calor de los brazos del rubio.

"Ten más cuidado, Marie." le dijo el rubio, la castaña simplemente escondió un sonrojo entre su manto de rizos y asintió.

"¡Link, sobrina, que gusto verles! Los Bombers te esperan en la mesa dos, lo tuyo está en ya sabes dónde, sobrina." habló un señor con bigote prominente, seguro con problemas de alopecia.

"Gracias, tío, iré a sacar mis cosas. Muchas gracias por dejarme guardarlas aquí." la joven hizo una reverencia respetuosa y corrió por una puerta que llevaba al almacén del Bar Lácteo.

"Hola, Link, veo que ya conoces a la séptima miembro de los Bombers. Al principio creíamos que era imprudente dejarla entrar, pero es una chica muy fuerte." explicó el líder de los Bombers.

"Lo sé y creo que la juzgue mal y la hice sentir menos. Soy una pésima persona." Link bajó suavemente su cabeza.

"Si le pides disculpa seguro te perdona, no es muy rencorosa." dijo el dos.

Después de esa charla, comenzaron a platicar de cosas triviales como las diferencias entre Termina y Hyrule, las armas más potentes, entre otras tonterías.

"Aquí tienen, chicos. Cuarto leches Lon Lon y dos Chatēu Romani." sirvió la castaña.

"Gracias, Marie, siéntate con nosotros." dijo el tres.

"Me encantaría, chicos, pero debo preparar mis armas y algunas pociones para salir."

"Vamos, Marie, unos minutos de descanso no te harán daño." sugirió Tael.

"Pff...solo unos minutos y ya, ¿entendido, chicos?" Marie se sentó entre el uno y cinco, justo en frente de Link, a quien parecía ignorar.

"Muy bien. Oigan, ¿hay alguien que les guste?" preguntó el cinco.

"Tu que preguntas, cinco, es obvio que te gusta Romani. A mi me gusta Lluvia, la hija de el pescador." dijo el cuarto.

"Ya, que Lluvia me gusta a mi." refutó el tres.

"Naturalmente a Link debe gustarle Zelma." dijo el dos y los chicos restantes se rieron.

"Se llama Zelda, dos, y no me gusta, es buena amiga. Antes si sentía algo por ella, pero me dejó en la friend zone." Link se limpiaba las lágrimas de la risa.

"A mi me gusta alguien, pero no les puedo decir quién." el uno se sonrojó.

"Nosotros ya sabemos quién." pronunciaron al unísono dos, tres, cuatro y cinco, Link y Marie sólo miraban de manera confusa.

"A mi...hasta ahora no me llama la atención eso del noviazgo." murmuró cabizbaja la chica.

"Ya te llegará alguien, eres una señorita maravillosa." Link la miró con una sonrisa suave. La chica no tardó en corresponder la sonrisa, aunque un poco dudosa.

"Es mejor que vaya a empacar lo que me hace falta y me prepare una ropa más adecuada para pelear. No es cómodo usar arco y flecha o un florete con falda. Buenas noches, Bombers. Link, puedes quedarte aquí a dormir, sobra una cama, saldremos al punto de las seis de la mañana. En un rato vuelvo por ti para enseñarte la habitación." la chica habló rápido y se fue de la misma manera.

"¿Es cosa mía o esta muchacha está emocionada?" Tatl preguntó a su hermano.

"Claro que lo está, siempre ha querido pelear por algo bueno y justo." respondió Tael.

Pasaron las horas y Marie no regresaba, Link se preocupó bastante por la jovencita y a escondidas entró a lo profundo del bar y al abrir la puerta encontró a la chica dormida en una posición bastante incómoda, torcida con la cabeza colgando en la cabecera. Link soltó una pequeña carcajada, pero tuvo que suprimirla para no despertarla. La alzó en brazos, jaló la cobija y con cuidado la metió entre ellas, acto seguido, la castaña se acurrucó, cosa que a Link le causó cierta ternura.

Habló con el dueño del Bar Lácteo y le indicó la cama que podía utilizar, Link agradeció y se recostó con suavidad en la cama para pronto caer en un sueño profundo.

The Legend of Zelda: El Regreso a TerminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora