The Legend of Zelda: El Regreso a Termina

Capítulo 15: La Canción del Tiempo.

La chica se despertó sudando y con un grito ahogado. Había tenido un sueño terrible en el que su villa era destruida. Tenía miedo, por primera vez en años sabía lo que era un miedo intenso y sofocante. Las ganas de llorar se hicieron presentes y no se contuvo ya que nadie la veía. El líquido salado resbaló por sus mejillas acompañado por sollozos silenciosos.
Sin ningún ruido, la señora Amelia entró a la habitación, donde se percató de las lágrimas de su nieta y, sin decir nada, corrió a abrazarla. Marie se sobresaltó un poco, pero pronto se acomodó en el pecho de su abuela.

"¿Me vas a contar qué skulltula te picó tan temprano?" preguntó la mayor.

"Creo que tuve una premonición horrible." dijo la castaña aún derramando lágrimas.

"Tranquila, Nerea, todo se puede corregir teniendo a ese chico de tu lado." la mujer comenzó a acariciar el cabello de su nieta.

"¿A qué te refieres?"

"Pronto sabrás que a su lado hay errores, pero ninguno se queda realmente. Cada fase tiene solución y todo se repetirá hasta encontrarla."

"Aún no comprendo mucho, pero, gracias abuela."

"Puede parecer que no te apoyo, pero simplemente no quiero que te pase nada." la señora estrechó a la chica en sus brazos.

"Lo siento, fui muy tonta al pensar que no contaba contigo." Marie devolvió el abrazo.

"No importa qué, mientras me quede vida te apoyaré." Amelia se levantó. "Ahora báñate y luego bajas porque Link te está esperando a desayunar. Es un buen muchacho y muy buen partido." dijo lo último a modo de burla.

"¡Abuela!" exclamó. "No sé por qué todos piensan lo mismo..." susurró sonrojada.

"Porque, mi niña, ustedes parecen ser muy unidos y para que tú trates a alguien así después de la partida de tus padres, debe de agradarte o gustarte demasiado." se rió.

"Lo admiro bastante y es un buen amigo, en estos días ha estado cuando más lo necesito. Me agrada."

"Pero si un pajarito me contó que le besaste la mejilla."

"¡Era parte del entrenamiento!" gritó roja a más no poder. "Espera...¿qué clase de 'pajarito' te contó?"

"Tu mejor amiga." dijo antes de salir.

"Kiara...siempre metiendo tus narices cuando no debes...pero...¿cuándo le dijo?" se preguntó antes de tomar un baño rápido y elegir su vestimenta.

Esta vez se puso una falda arriba de la rodilla negra acompañada de unas mallas blancas, botas tipo militar hasta el tobillo negras, blusa de tirantes al color de las mallas y un suéter al color de la falda. Algo que, en ese tiempo, era informal e inaceptable en una mujer. Su cabello lo ató en una coleta alta y dejó su flequillo caer sobre su ojo izquierdo.

"Buenos días, Link." dijo al encontrarse al chico esperándola sentado en el comedor. Se percató del cabello húmedo y alborotado del rubio, haciendo que casi soltara una carcajada.

"Buenos días, Marie. Te ves bien."

"¡¿E-eh?! Gracias...pero estoy igual que siempre."

"En el estilo de vestir, si. Pero cambiaste los colores y te ataste el cabello; te queda bien." sonrió con calidez.

"Gracias. Pero sigo sin tener buen gusto." se rió.

"De nada." respondió uniéndose a la contagiosa risa de su amiga.

"Les traje el desayuno. Hoy les hice unos hot-cakes con fruta fresca y jugo de naranja." Amelia entró con cinco platos. "Nerea, ve por tus hermanos, probablemente Byron sea el más difícil."