Capítulo 9: El Templo Catarata. (Parte final)

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"Link, ¿qué vamos a hacer?" preguntó la joven.

"Me encargaré de utilizar la espada, utiliza el arco y trata de no acercarte mucho, parece que le llamas la atención."

"Oh, pero dime, jovencito, ¿cómo no llamaría la atención ésta señorita cuando desprende ese dulce aroma? "

"¿Ahora los monstruos hablan? Sólo falta que las vacas vuelen." Marie se cruzó de brazos.

"¡No seas atrevido, idiota!" gritó Link con molestia.

"¿Qué? ¿Tienes miedo de que te quite a tu noviecita?"

"¡No soy su novia! ¡No llevamos ni tres días de conocernos!" Marie disparó a su ojo.

"Ah, pequeña atrevida, me las pagarás. Te convertirás en mi cena."

"Olvídalo, prefiero que uses mi cabeza como pelota de fútbol antes de degradarme en tu sucio estómago, además te apesta el aliento."

"¿Ah sí? Hagamos esto, rubio, apostemos la vida de ésta jovencita atrevida, si ganas dejaré que uses mi cabeza como trofeo, pero si pierdes ella será mi esposa." Marie hizo una mueca de disgusto.

"¿A caso has enloquecido? Ella es una mujer, no un trofeo que no tiene valor. La vas a tener que respetar un poco más ¿entendido?"

"Link..." murmuró roja como una cereza.

"Ay, pero que lindo, tienes miedo de perderla."

"Para empezar él es un chico muy fuerte, pero me respeta sabiendo que no soy un objeto que se pueda apostar. En segunda, puedo pelear por mi propia vida y en tercera, Link te doy permiso de que aceptes el trato. Estoy confiando en ti. Pero la condición será que yo también podré apoyarlo."

"Bien, Marie, no te defraudare."

"Perfecto, te doy permiso de ayudarlo con mi amigo que es sub-jefe de éste templo."

"¿Estás diciendo que eres el jefe? Que decepción..." murmuró Link.

"No me subestimes, soy la combinación de varias criaturas."

"Marie, retrocede un poco." indicó el chico y ella obedeció esperando la llegada del sub-jefe.

El sub-jefe hizo su entrada, un wizzro de capa roja, a Marie le sofocaba el fuerte aroma a humo que desprendía la criatura.

"Prepárate para perder, mocosa."

"En tus sueños, brujo."

Le disparó flechas de manera constante, pero la tocó un conjuro de fuego, dando de lleno en su brazo, no dejándole más remedio que sacar su florete, con el cual lograba devolver las bolas de fuego, parecía un juego de tenis.

Por otro lado Link estudiaba a su contrincante y sabía que le afectaría en cantidades extremas el fuego, pero usar el fuego de Din era arriesgado.

"Vamos, pequeño, ataca o yo lo haré."

"Te cedo el primer ataque."

"Te arrepentirás de eso." de las bocas de las babas deku lanzó una especie de niebla venenosa que Link disipó sin problemas girando su espada.

"¿Eso es todo lo que tienes?" Link se burló con una sonrisa ladeada.

"Apenas estoy calentando, mocoso idiota." el monstruo parecía no tener más puntos débiles que el fuego, pero Link no arriesgaría un alto nivel de magia, por lo que optó a utilizar las flechas de fuego que consiguió en su natal Hyrule.

The Legend of Zelda: El Regreso a TerminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora