Capítulo 8: El Templo Catarata. (Parte 2)

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"¿Pero qué...?"

"Parece un stalfos."

"Magnificado."

Delante de ellos se encontraba un stalfos de tamaño colosal. Los chicos estaban confundidos con la apariencia del stalfos ya que, normalmente, miden alrededor de 1.80m y éste rebasaba los tres metros.

"¡Cuidado, Link!" gritó la chica y empujó a Link fuera del pie del stalfos, que había intentado darle in pisotón.

"Gracias..." alcanzó a pronunciar, aún sorprendido y en shock.

"No hay de que, ahora lo que importa es el cómo acabaremos con esa cosa." Marie hizo una mueca de disgusto.

"Habrá que encontrar el modo de atacarlo por la espalda."

"Alguno de nosotros debe de distraer al stalfos."

"No creo que sea la solución."

"¿Es que a caso tienes un mejor plan?"

"No, pero un golpe no es suficiente."

"Entonces podemos empezar por inmovilizar sus piernas."

"¿Sugieres que le cortemos las piernas?" preguntó Link.

"¿Tienes otra idea mejor?"

"Pues si, inmovilizarlo con el gancho."

"¡El gancho no tiene el mismo...!" Link lanzó el gancho y el stalfos se paró en seco mientras no podía moverse."...efecto"

"Ahora saca una espada y hay que darle a esa cosa en su punto débil que es su espalda."

"Pfff...está bien." la joven sacó un florete de color blanco con dorado y Link una daga biggoron.

La pelea se fue en inmovilizar y golpear al enemigo. Después de múltiples golpes, el stalfos cayó, convirtiéndose en fuego azul.

"Tomemos la llave y salgamos de aquí." Marie no dijo nada, pero obedeció.

Al salir de la sala, se toparon con una hermosa mujer. Alta, ojos marrón en forma de gato, pestañas negras prominentes, cabello castaño largo y sedoso atado en una coleta alta, de contextura física delgada y su piel clara parecía de porcelana.

"¡Marie!" su voz resonó en un tono imponente.

"Gaia, que extraño verte por aquí." contestó con cierto recelo.

"Deja el sarcasmo, ya sabes lo que busco."

"Si, lo sé, pero no pienso dártelo. Las únicas que podemos portar eso somos Kiara, Madelyn y yo, y no pienso dejar que caiga en tus egoístas manos."

"Pero Kiara y yo somos gemelas idénticas, tenemos el mismo derecho."

"Si, es cierto, su físico es idéntico pero su presencia es distinta, el corazón de Kiara es puro y el tuyo está corrompido por la ambición."

"¿Qué demonios pasa, Marie?" preguntó el chico.

"Larga historia, te la contaré en otro momento."

"Así que tu amiguito no sabe mucho acerca de ti, que malvada eres." la nombrada Gaia parecía hacer la situación más grande.

"No tengo por qué involucrarlo en esta situación." contestó fríamente.
"Bueno, se me hace tarde, así que en otra ocasión me lo llevaré."

"Sobre mi cadáver, Gaia." al pronunciar ésas palabras, la mujer desapareció en una nube de humo. "¡Esa mujer sólo sabe ponerme de mal humor, no es posible que tenga que seguir lidiando con ella!"

The Legend of Zelda: El Regreso a TerminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora