The Legend of Zelda: El Regreso a Termina

Capítulo 24: Un nuevo compañero.

Marie se puso en posición para comenzar a disparar, esperó a la señal de Link, el cual la dio segundos después. La castaña rápidamente se encendió, lanzaba flechas y atinaba con una enorme precisión, Dark Link comenzó a sentirse presionado con la rapidez y puntería de la jovencita. Pronto no quedaban más dianas.

"Marie sin duda gana con la impresionante cantidad de 70 a 30." el chico abrazó a su compañera. "Estoy muy orgulloso de ti, pequeña."

"Lo sé, tanto como yo de ti." sonrió y se acercó a Dark Link. "Bienvenido a nuestro equipo, tratemos de llevarnos bien."

"Como sea." rodó los ojos y le estiró la mano. "Eres competencia dura, niña."

Marie aceptó la mano de su ahora compañero. Dark de cierto modo por primera vez se sintió incluído. También se la tendió a Link.

"Oye, duende verde, no me agradas pero hicimos un trato, no lo arruines." chasqueó la lengua lleno de orgullo, Link aceptó su mano.

"No te preocupes, no lo arruinaré y sí llegara a hacerlo, Marie estará ahí para ayudarme sin dudas." él acercó a la chica tomándola por la cintura.

"Y viceversa. Además ambos estaremos para ti, Dark Link." comentó recibiendo el abrazo de Link también incluyendo a la sombra que por dentro se sentía incluído pero jamás lo diría.

"Como sea, mira, toma." el anti-héroe le entregó su fragmento de marfil.

"Gracias, Darky." la chica aceptó el fragmento que se unió a los demás.

"No me llames así...con Dark está bien." la sombra tenía un enorme sonrojo.

"Por favor...creo Darky suena más adorable."

"¿Quién te dijo que quiero ser adorable, niña rara?" chasqueo la lengua a modo de estar molesto. "Como sea, creo que deberíamos salir de aquí."

"Por primera vez, concuerdo con Dark." musitó el rubio con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios mientras tomaban el atajo a la salida.

Al quedar justo afuera del templo, nadie dijo absolutamente nada. Sin pensarlo mucho, se volvieron a la Villa Clear Water. La gente miraba a Dark Link con terror puro. Pero a los chicos parecía no importarles. Dark Link montaba un caballo negro, la sombra de Epona, majestuoso en verdad.

"Bien, ya llegamos, Darky." expresó la castaña abriendo su casa dejándolos pasar a todos.

La gente en el interior se sorprendió al ver al nuevo compañero de los chicos. Excepto Kiara que se mostraba muy sonriente, como si ya se lo esperara.

"Hola, ¿qué tal les fue?" la naturalidad de la vidente sorprendió a Dark Link bastante.

"Afortunadamente todo salió maravillosamente." comentó la hechicera.

"Sí, pero ahora estoy agotado." suspiró el rubio dejando su espada y escudo en la puerta.

"¿Qué tal si van al río a relajarse? Yo cuidaré de su nuevo amigo. Tengo que hablar con él de algunas cosas, vayan y remojen sus piecitos en el agua." comentó con una risilla burlona empujando a los chicos sin armas afuera de la casa.

Marie y Link se miraron confundidos el uno al otro y después rieron q carcajadas. El rubio le ofreció su mano a la castaña la cual aceptó gustosa dirigiéndose al tranquilo río, se quitaron sus zapatos y remojaron sus pies en el agua.

"No puedo creer que me sacaran de mi propia casa." comentó la chica mirando hacia la nada, sólo disfrutaba del paisaje cubierto de flores.

"No estuvo tan mal, Marie, ¿o ya te cansaste de mi presencia?" preguntó en tono de burla pero por dentro le preocupaba escuchar un 'sí' salir de la boca de la castaña.

"Oh, no, no seas tonto. Sólo tenía ganas de un baño calientito y sinceramente me muero de hambre." se quejó recargándose en el hombro de su compañero. Link se extrañó por el gesto tan poco común.

"¿No hay algún café o taberna por aquí? Yo invito." revolvió el manto de rizos de la chica.

"Por ahora...sólo quiero estar así, sólo unos momentos más y vamos." comentó en un susurro muy suave, su voz parecía un simple resoplo de viento.

Link la miró de reojo, se le veía cansada, pero no perdía el rosa de sus mejillas o el brillo de sus ojos. Se reprendió mentalmente pero no podía despegar la vista de la chica que tenía a su lado, le parecía que el tiempo se hubiera congelado para ambos. Marie descubrió su atenta mirada y ladeó la cabeza confundida, su mirada posándose en los ojos azules del chico, a ella le parecían fascinantes, había tanta gente con ojos azules pero de entre todos ellos, los de Link eran los que más misterio ocultaban para ella, llenos de bondad y algo más que no podía decifrar.

La mirada se intensificó entre ambos y había cierta tensión en el aire, el joven se inclinó hacia la chica, ella se quedó quieta esperándolo. Sus narices ya se tocaban y sus labios estaban a nada de un roce. En eso se escuchó un carraspeo, Dark Link estaba tras de ellos. Ambos se sobresaltaron y cayeron, Link en el agua y Marie cerca de los pies de Dark.

"¿Q-qué pasa?" preguntó el rubio levantándose exprimiendo el agua de su túnica.

"Lamento tener que interrumpir su romance pero el vendedor se acerca, se enteró que lo traicioné y viene con motivo de guerra." bufó cruzándose de brazos.

"Habrá que estar listos entonces, vamos." la castaña tenía las mejillas rojas, tanto que le ardían del flujo de sangre tan fuerte.

En silencio se dirigieron a la casa de Marie para recoger rápidamente sus armas y algunas pociones. Esperaron pacientemente a campo abierto, no tardaron en aparecer nubes oscuras que iban recubriendo la villa. Marie estaba nerviosa, pero lo tenía bajo control, o eso parecía pues lo denotaban sus manos que estaban temblorosas y sudando. Pero parecía que nadie iba a dudar, se miraron y asintieron preparándose para una de las batallas más complicadas que habían tenido hasta ahora. Majora y el vendedor, ¿qué clase de objetivo tendrían ahora? ¿Qué prueba se les viene al ahora gran equipo? No tardarían en descubrirlo.

Hola, hermosas criaturitas de Hylia.

Aquí estoy de vuelta, ya me querrán asesinar, ¿verdad? Bueno feliz Navidad y año nuevo, mis corazones hermosos. Espero éstas fiestas les hayan sido gratas y felices. Por mi parte estuve ocupadísima pero volví, todo será con actualizaciones muuuy lentas ya que se viene el semestre en que elijo carrera universitaria y tengo muchísima presión.

Los amo y espero me perdonen.

Besos y galletitas de jengibre...

Marie