Parásitos y Guardianes.

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¡Hola!

Entiendo tu rechazo, entiendo mis fracasos

La niña que en un banco llora

Ahora es callada por furia, explota.

Esa niña se tiñe de rojo.

El seol, el cielo está roto.

Ésta, mi más grande utopía,

Mis espectros son tu dulce anarquía.

Las sombras buscan a la niña,

Ella huye más no logra alejarse.

Tropieza, pide a aquella sombra ficticia

Que se valla y pare su trance.

El cielo cae a pedazos.

Como hielo, vidrio y más rayos

Amarrada a ésta tierra esa niña,

Cautivada por aquella destrucción en masa.

Una escalera baja lentamente,

El Sol le cala los ojos ciegamente.

Sube, sube un poco más,

Un sueño. Despierta y es hora de avanzar.

Cuentos de una mente rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora