Navegantes.

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El barco se hunde
y yo voy en él.
El barco se hunde,
Y nadie lo quiere detener

El barcho se hunde,
Se va, dice adiós
Para nunca volver,
A ver el sol
Otra vez.

La gente, no sabe lo que sucede,
Ayer navegaba, hoy ni andar puede.
Los niños jugaban en sus andadores
Hoy, algunos se esconden de sus alrededores.

La gente vieja, sabe que ya no da más.
La gente viaja, se va antes de zarpar.

Nadie quiere a ese barco invalido.
Antes, todos se agarraban de sus brazos.
Sus logros, sus recorridos, sus metas.
Pero la historia no salva lo que queda.

Tantos ojos que vieron sus paisajes,
Brillaron a lo largo de su viaje.
Tranquilidad, guerra, ambivalencia.
Se quedan en lo rincones de la sala de espera.
El estribor se cae a pedazos por la demencia.

El barcho se hunde,
Se va, dice adiós
Para nunca volver.
Quisiera ver el reloj
Y pensar que es ayer.

Hoy el barco no puede nadar.
Quizá un mañana vuelva a zarpar
Pero hoy, justamente hoy.
El barco tristemente dice adiós.

Cuentos de una mente rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora