Cuentos de una mente rota

Ambivalencia.

Las personas tenemos sentimientos que muchas veces nos culpamos por sentir.

No queremos sentirnos avergonzados, ni tristes, ni raptados, ni felices... ni enamorados.

Habemos personas que no queremos ser felices por la sencilla razón que la felicidad tarde o temprano se acabará.

Queremos tener el control de todo, pero no tenemos el control ni de nosotros mismos.

Creemos conocer gente cuando ni siquiera nos conocemos nosotros.

Quizá solo vivimos en una ciudad de miserables empedernidos.

Quizá soy igual a Kaory de Paranoia y debo estar eternamente dormido.

Quizá soy igual a Sebastian de Espejismos y Visiones, entonces me siento culpable.

Quizá debería decir "Help Me".

Quizá soy como Santiago de Elección. Una persona que no se quiere...

Entonces yo sería una persona real con sentimientos ficticios.

Alguien que quiere ser escrito, pero por naturaleza necesita ser leído.

Quizá tu que me lees por el ordenador eres un personaje, o quizá eres el mismo autor.

Entonces somos un personaje de alguna historia, cuyo autor quiere hacerle sentir a dolor a mi persona.

Todo por tener incoherencia y no saber que sentir. Quizá soy el personaje de alguien inexperto.

Alguien que necesita sentirse vivo.

Sentir que no respiro en vano.

Sólo así, podríamos odiar/amar saber que lo nuestro algún día va a terminar.