Cuentos de una mente rota

Carta de un amor nocivo.

Hola...

Quiero decirte... no sé, ¿cómo habría de empezar?

TE AMO pero no sé cómo pensar, cómo controlarme, cómo dejar de ser un principiante.
Quiero seguir con esto pero muchas veces pierdo el valor, soy un cobarde.

Soy un cobarde que no lucha por lo que lo hace feliz y eso, sinceramente, me tiene derrotado.
Porque le hago mal inconciente.

No puedo decir qué tan mal me siento. Las palabras en ésta ocasión me fallan.

Porque tu podrías tener tus amigos, tu vida seguiría su curso normal, pero... aún asi me eliges. Aún así te quedas conmigo, cuando lo que mas te hago es daño, perdón.

Perdón por todas aquellas veces donde te amargue el dia o no cumplía con la expectativa que tu tenías.

Perdón por mi mala ortografía, lo que más quiero ahora es que sepas esto. No me importa si cometo un error, sería menor y escaso a la comparación de perderte.

Perdón por mi mala apariencia, cuando me desarreglo demasiado.

Perdón por lastimarte.

Perdón por amarte.

Perdón por alejarte.

Perdón por seguir pidiendo perdón.

Ahora no te digo que seas feliz, ni tampoco me iré. Soy un egoísta, lo que más quiero y querré es estar a tu lado.

Perdón por hacerte llegar tarde.

Perdón por no dominarme.

Perdón por asfixiarte.

Tu voz fue.. la primera cosa que amé de ti.
Si tan sólo pudiera escucharla ahora...
Diciendome por ultima vez:

Todo estará bien.

Ahora sólo me queda decir que jamás te podré decir adiós.