Entiendo que quizás no sepa nada.
Comprendo que no soy lo que
esperabas.
Tengo la habilidad de ser odiado,
sin necesitar que me escuchen habladando.Sólo sé, que aunque yo te quiera
no es suficiente. Mi dilema.
Parece que solo soy de reserva.
Cuando el siguiente te dejo miserias.Es la hysteria la que deja pruebas
que la paranoia no fue cierta,
la paradoja es intrusa,
de esta realidad injusta.Me refiero que el sostén cae primero
que una lagrima al suelo.
Tengo necesidad de sentir culpa
por una púpila que no insulta.Yo lo sé, aunque mis notas haga,
las palabras vacías, cortadas
enredan sólo el nudo
que aprieta un poco más, mi turno.Es la hysteria la que deja pruebas
que la metáfora es amena,
la tragicomedia es placentera,
de este reinicio que se aleja.Amor, deseo quedan impresas,
en estas letras obsoletas.
Más que mi sentimiento subliminal
de esta revelación artificialEs la hysteria te corta la cabeza
más que una navaja, tu belleza
con tu sonrisa de papel...Entendí que volvió a suceder.
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Cuentos de una mente rota
Ficción GeneralRecuerdos, ilusiones, fracasos y lamentos. ¿Qué tantos pensamientos así haz tenido? Seguramente puedas contar más de una desilusión. Este es un compendio de vivencias, ficciones y otros garabatos. Entra y disfruta el viaje a lo más recondito de mi...