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La noche anterior

Hyunjin estaba en uno de los sillones rasgados con su computadora en su regazo y sus auriculares mientras escuchaba música en el living en plena oscuridad.
Su teléfono no dejaba de vibrar, eran las notificaciones del grupo de la escuela pasando las fotos que se sacaron en la graduación.
Varias donde sus compañeros se veían felices y sonrientes, algunos junto a sus padres, profesores y otros entre amigos.

Sin soportarlo más, apagó el celular y trató de concentrarse en su computadora ignorando todo a su alrededor.

Propuestas de trabajo en Seul

Navegaba y buscaba por Internet a ver si encontraba algo. Sus búsquedas no daban resultados, no encontraba ningún solo puesto o algún pequeño trabajo.
Suspiró y cerró la página, dejando la entrada de google a la vista mientras en otra pestaña tenía YouTube con una playlist de sus canciones favoritas.

De la nada, la puerta fue abierta dejando ver a una delgada y joven mujer junto a un hombre más grande que ella y que le doblaba la altura.
La mujer llevaba su cabello un poco ondulado en las puntas, su cara totalmente maquillada en tonos pasteles, sus pantalones de jeans super ajustados, una musculosa suelta sin brasier y unos zapatos de tacón.
Hyunjin giró su cabeza en dirección a ella y empezó a seguir con la mirada a su madre desde la oscuridad.

Si alguien nuevo aparece en la casa, solo escóndete.
Las malditas palabras que le repetía desde que tenía ocho años. Cuando su madre aparecía con otra pareja, él debía irse o esconderse para evitar problemas.

Era difícil cuando era niño. Ahora lo consideraba el punto bueno de ser un adolescente completamente independiente de su familia.

Así, se colocó sus auriculares rodando sus ojos mientras su madre se metía al cuarto con el hombre que le besaba bruscamente mientras le bajaba las tiras de su blusa.

•••♡•••

Minho ya se encontraba en su casa. Abrió la puerta y se adentró en ella mientras bajaba su mochila y la dejaba al lado de la puerta.

Saludó a su madre quien se sorprendió de verle el cuerpo tan rojo y quemado. Le dijo que vaya a limpiarse un poco para luego pasarle aloe vera en su cuerpo, eso le calmaría un poco las quemaduras, las cuales eran muchas. Tenía su torso, su rostro, sus hombros y brazos, sus muslos y piernas totalmente rojo como tomate.

Lee se fue hasta su cuarto y aguardó a que su madre fuera allí. Se dispuso a ver su teléfono, tenía un par de mensajes. Ignoró todos, eran mensajes viejos de sus amigos que jamás leyó y más de mil mensajes de sus compañeros de colegio.

Dejó su teléfono en la mesita de luz y se quitó su camisa para acostarse en la cama y esperar a que su mamá le trajera el aloe vera.

Una vez la mujer llegó, le empezó a colocar suavemente en el torso y rostro el gel. El menor hacía muecas de dolor al sentir el tacto de su madre rozar contra su piel.

—Te dije que te divirtieras pero no que te quemaras, Min.—mencionó con el ceño levemente fruncido.

—En mi defensa, fueron los chicos.—se quejó con sus ojos cerrados fuertemente.
Su madre rió y siguió pasando el aloe.

—Oye, ¿Por qué Hyunjin no fue a la graduación?—preguntó curiosa.

—No tengo idea.—respondió sincero.—Ninguno sabe nada de él hace días.

Y era cierto. Habían pasado unos días desde que Hwang no respondía a sus amigos y no fue a la graduación. Tampoco se había ido a quedarse en la casa de Bang o de Lee a dormir como la mayoría de las veces.

Fear~ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora