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Los ojos de Jeongin se abrían lentamente. La luz del sol golpeaba directamente sobre él y voluntariamente cubrió su rostro con su brazo haciendo una mueca por la luz. Se levantó despacio y sintió su espalda doler.
Miró a su alrededor inspeccionando cada rincón del lugar y analizando con sus ojos entrecerrados donde se encontraba. Solo sabía que esa no era la casa de Minho.

Estaba recostado en una cama grande. Las sábanas blancas estaban desparramadas y su cuerpo reposaba de forma diagonal sobre el colchón. Volvió a mirar el cuarto y se levantó lento para salir de allí.

Al salir, vio el descontrol que habían hecho la noche anterior. La cocina era un juntadero de botellas plásticas y algunas de vidrio, también habían latas de bebidas y refrescos y pedazos de papel de servilleta tirados.
Al dar un paso escuchó un ruido. Miró hacia abajo y vio que pisó unos vidrios verdes de un envase de cerveza que rompieron esa noche. Al caminar un poco más no vio a ninguno de los chicos allí. Pensó que estaba solo en una casa desconocida. Revisó en el baño y no había nadie, también la cocina y la sala de estar. Se puso nervioso y salió al patio viendo a algunos de los chicos allí sentados.

—Despertaste pequeño.— sonrió Han al verlo con sus ojos hinchados y rostro de recién despierto.

Yang se sentía confundido por la situación. ¿En que momento se durmió? ¿Y cuando se encontraba en una casa ajena? Se sentía confundido y perdido, no recordaba nada de la noche anterior.

—Si que eres feo cuando te despiertas.— le dijo Lee coreano mientras hacía una mueca de asco.

—¿Qué me pasó?— preguntó acercándose a ellos.— ¿Por qué no estamos en tu casa?— le preguntó a su primo mientras se sentaba en una silla plástica.

—Anoche te encontramos aquí afuera durmiendo en una reposera.— dijo Bang mientras despegaba restos de comida de la parrilla.— Por suerte Hyunjin tenía fuerzas y pudo llevarte a la cama.

Yang salió de su trance al escuchar aquel nombre salir de la boca del rubio. Se ruborizó apenas por aquello, el chico atractivo lo había llevado a la cama.
Ahora tenía dudas sobre aquello, ¿Por qué no lo recordaba? Solo recuerda él salió al patio y escuchó a Hwang gritar. Luego de eso se quedó afuera tomando aire y jugando con su teléfono hasta no tener batería. ¿Cuándo se durmió? Y lo más importante, ¿Cómo no sintió que Hyunjin lo llevó?

—Jeongin...— le llamó en voz alta el mayor del grupo. Yang volvió a salir de su nuevo trance y le miró confundido.— ¿Vas a desayunar algo?

El menor murmuró cosas sin sentido. No sabía que responder, aunque debía decir si o no igual se sentía nervioso y no podía responder.

—Am... solo... solo tomaré agua.— murmuró. Sintió las miradas posarse sobre él y se sentía avergonzado. Su frase se repetía una y otra vez en su mente hasta que lo llevó a arrepentirse de pedir solo agua.

Solo se encontraban Minho, Chan, Jisung, Changbin y Jeongin en la casa. Los demás se habían ido a medida que pasaban las horas. Ahora estaban los cinco chicos a las once de la mañana desayunando en el patio trasero.
Por pura casualidad Yang, mientras tomaba el agua que pidió, vio hacia el costado de la pared si el teléfono de Hwang se encontraba allí. Pensó que estaría hecho trizas y desparramado por el césped luego de la tirada que lanzó el mayor pero no fue así, el suelo estaba limpio y no había rastro del teléfono roto.

Los chicos seguían hablando entre si, hablaban acerca de la fiesta de anoche y se burlaban de su amigo australiano siendo celoso por Seungmin. Jeongin por otro lado no prestaba atención y se quedó mirando el césped inmerso en sus pensamientos.

—Mi mamá nos llama.—dijo Lee mientras se levantaba del asiento sin dejar de mirar el teléfono.— Ya nos debemos ir... Jeongin, ¿Me estás escuchando?

Fear~ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora