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Jeongin había llegado a su casa en la noche tarde. Su mamá aun no llegaba del trabajo, por lo que la casa estaba totalmente vacía, desolada y a oscuras, justo en el ambiente perfecto para acompañar los sentimientos del joven.

Apenas llegó a su casa, solo se quitó sus zapatos y los dejó en la entrada tirados. Subió a su cuarto y decidió quedarse allí acostado hasta que se quedara profundamente dormido.

•••♡•••

Al día siguiente, Miyoung caminaba con pesadez hasta el cementerio donde ahora su pequeño hijo reposaba eternamente.

Entre sus delicadas manos llevaba un pequeño ramito de crisantemos blancos, los mismos que una vez el pintó en acuarelas y con el que tenía gran fascinación. No tenían aroma, solo uno terroso y herbáceo, pero sabía que eran las favoritas de su hijo e inconscientemente se las llevaba a su nariz.

Mientras ella entraba a buscar a su hijo, escuchó unas pisadas a lo lejos. Giró dramáticamente pensando que se trataba de Hyunjin y le siguió hasta entrar en el panteón de las cenizas. Se desilusionó al ver que se trataba de otra persona que iba en dirección contraria.

Mientras ella se quedaba viendo perdidamente un punto en el suelo, una persona pasó al lado suyo. Este la miró y ella casi grita al ver de quien se trataba.

—¿Miyoung? ¿Qué haces aquí?— arqueó una ceja. La mujer empezó a hiperventilar, sentía que iba a tener un brote psicótico por la situación.

—¿Qu-qué mierda haces aquí? ¿Qué mierda haces aquí? ¿Me estás siguiendo?— le tembló la voz al ver que se trataba de su hermano menor.— No... ¡No! ¡No quiero verte en el mismo lugar! ¡¿Justo hoy con lo mal que me siento?!

La mujer empezó a decir incoherencias. Su hermano, Seolbin, solo miraba con desagrado el actuar de su hermana. Se acercó a ella y le proporcionó un golpe en su cara.

—Cálmate ¿Quieres? Las drogas te hacen mal, hermanita.—le exclamó molesto. La mujer le miró con terror.— No entiendo de que te sientes mal, tu fuiste la que se escapó de casa para tener una vida de prostituta y grabarte para internet. ¿Y ahora vienes a ver a papá? ¿Después de abandonarnos le mandas flores?

—¡Ustedes me cagaron la vida! ¡No van a ver a...! ¿Qué...?— preguntó confundida al sentir un clic en su cabeza por lo último que dijo el joven.— ¿Tu papá murió?

—Nuestro...

—Tuyo...— corrigió con odio.— El no puede considerarse mi papá y tu con Yunho no son mi familia.— le miró con rechazo.

—Qué rencorosa... tu te fuiste a la mierda por voluntad propia.— frunció el ceño

—¡Ustedes abusaron de mi!— exclamó con un llanto de por medio.— Tu papá me violó, me abusó, me tenía como prostituta y ustedes jamás lo detuvieron. Ustedes eran dos imbéciles cómplices de el. Todavía tengo marcas en mi cuerpo cuando me golpeaban, me latigaban o me quemaban. ¡¿Eso es de rencorosa?!— empezó a lagrimear. Seolbin solo miró de costado intentando ignorarla.

Miyoung empezó a proporcionarle débiles golpes. El joven tomó sus muñecas y la empujó al suelo, quebrando apenas los tallos de las flores y provocando que los pétalos cayeran y volaran por todo la tierra y césped. Ella sollozaba desde el suelo, le miró con dolor y terror.

Fear~ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora