Fear~ hyunin

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Jeongin estaba sentado en la cama grande, leyendo de a poco ese cuaderno rojo con las hojas desparramadas al igual que las lágrimas en su cara.

23/02/17
Pasaron tres semanas desde que mi mamá se fue y sigo solo sin poder ahorcarme. Tal vez si sea un inútil para ella.

07/09/16
Otro hombre más en la casa. Nunca olvidaré sus palabras de esconderme cuando aparezcan esos hombres.

19/10/20
Odio pelear con mis hyungs pero odio recibir ayuda de ellos. Intentan hacer lo mejor para mi, pero yo no tengo salvación.

Una por una las hojas de los lamentos de Hwang desde que tenía unos malditos trece años. A Yang se le formaba un nudo en la garganta por leer aquellas notas suicidas o como el mayor se sentía culpable por pelear, amar, estar vivo o sentirse inútil por no poder siquiera suicidarse.

Tomó una pequeña hojita doblada con el sello de un hospital y lo leyó, sorprendiéndose un poco.

Centro endocrinólogo de Seoul
Altura: 1'76
Peso: 43 kilos
Edad: 16
IMC: 13.9
Hipertiroidismo
Sertralina 50mg y Metimazol 5mg

Abajo de ella había otra hoja doblada. Yang la abrió y vio que era una ficha donde debía llenar diariamente las veces que tomaba sus pastillas. Claramente nunca las tomaba, solo había once días marcados. Ahora entendía un poco su humor. A veces sus amigos o su propia madre le decían que tomara sus pastillas pero el no quería hacerlo por terquedad.

27/12/18
Solo soy un joven de dieciseis años. Debería estar viviendo como un maldito adolescente como mis amigos pero solo sirvo para ser una mierda y rodearme de pastillas.

Solo quiero morir y acabar con esta mierda ya.

Yang no daba más y dejó de leer por un momento. Ya no podía llorar, había gastado sus lágrimas anteriormente. Solo pasó una mano por su cara y largó un suspiro pesado. Leyendo todo aquello se daba cuenta la vida de mierda que tenía Hyunjin.

Las veces que escribía cuando estaba solo, cuando su madre desaparecía y volvía drogada, sus sueños interrumpidos por estar manchado en la sociedad, sus deseos de poder conocer a alguien y formar una familia, de trabajar de arquitecto o diseñador de interiores como tanto amaba. Había más de cincuenta hojas donde anotaba desde 2016 a 2020 las veces que se había escapado, que se cortaba, que tuvo intentos de suicidio, donde discutía con su madre, cuando la ayudaba a salir de las peleas del prostíbulo.

Habían cosas anotadas, así como cosas que se fueron con Hyunjin.

Hwang tuvo la vida que nadie merecía tener. Jeongin se estaba dando cuenta de aquello, aunque supiera lo más mínimo.

Miyoung volvía totalmente drogada, perdida, muchas veces con acompañantes, borracha, lastimada. Hyunjin tuvo una madurez precoz gracias a ella, tenía que cuidarla como si el fuera el padre y ella la hija problemática. Tenía que salvarla, ayudarla a que nadie la matara o le hiciera daños irreparables. El podía dejarla y que hiciera lo que sea, salvarse el, ser feliz y cumplir sus objetivos, pero después de todo seguía siendo su mamá. Esa gran mujer que le dio la vida y se sacrificó por el de todas las formas posibles.

Hyunjin sufrió abusos, tanto físicos como sexuales y psicológicos desde muy pequeño. Las veces que su madre lo escondía en el armario porque tocaban a su hijo, lo golpeaban y le hacían crecer con la espantosa frase eres un inútil. Miyoung no se perdonaba aquello, pero tampoco era tan consciente de lo que sucedía a su alrededor por efecto de la droga y el alcohol hasta muy tarde.

El odio y adrenalina que cargaba Hwang era muy fuerte y en uno de sus tantos ataques de ira casi asesina a alguien. Cuando lo recordaba, aun sentía el cuerpo golpeado de ese tipo que compraba el cuerpo de su madre y escuchaba todavía los huesos romperse con sus puños. Esa era una de las tantas cosas con las que Hwang se fue, sin que nadie, ni su propia madre, supieran que el hizo.