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Hyunjin tuvo un par de días felices luego de las fiestas con Jeongin, disfrutando de una familia y una celebración normal.
Esos días claramente acabarían y el infierno volvería.

Hwang estaba en la sala de estar mirando algo en la computadora, sentado hecho un bollito y su cabeza cubierta por la capucha de su buzo negro. Sus ojos estaban cristalinos, su puño cubría apenas su boca y su nariz goteaba levemente.

Jeon Jeongseok es liberado de prisión luego de trece años y cinco meses. El dueño de un prostíbulo fue declarado culpable de ejercer la prostitución a mujeres y jóvenes menores de edad, drogándolas y abusándolas o vendiéndolas y obligándolas a actuar frente a una multitud. El resto de los culpables ya fueron liberados por un cargo menor. Jeon se reincorporará a la sociedad coreana este jueves 5 de enero...

Hwang apenas sabía el nombre de su padre. Leer esa noticia en la computadora fue como un balde de agua fría cayendo sobre el.

Ahora entendía parte de la historia. Todas las veces que el volvía tan loco, por que los abusaba o por que su madre volvía tan demacrada. El sabía que ella antes trabajaba en un prostíbulo pero luego se volvió una acompañante de casa, alejándose temporalmente de los clubes nocturnos. Entendió el por que la vida que le tocó era así, su mamá drogadicta y vendiéndose a si misma para tener un poco de dinero y criar al chico.

Su padre era el dueño del prostíbulo donde su madre quedó atrapada y nunca pudo salir.

Hwang miró una vez más esa computadora y escuchó a su madre entrando a la casa. Ella entró sonriendo y dejó una bolsa sobre la mesa, borró su sonrisa al ver al menor clavando su mirada sobre ella.

—Jinnie, te traje las galletitas que tanto amas, cariño... ¿Qué tienes, bebé?— preguntó con dulce tono.

—Dime que no es cierto.— mencionó luego de unos cuantos segundos.

—¿Qué no es cierto?

—Dime que mi papá no es quien te prostituyó. Dime que no.— alzó la voz demandante. Miyoung se quedó muda y mirándolo fijamente.— ¡¿Qué mierda es esto?!— volteó con fuerza la computadora. Su madre volteó a ver lo que estaba ahí escrito. Cerró con fuerza la computadora

—¿Por qué lees estas cosas?

—¡¿Qué mierda te hizo ese hijo de puta?! ¡Habla!— le gritó con un fuerte llanto de por medio.

—¡¿Qué quieres que te diga?! Tu sabes que tu padre es un hijo de puta, lo viste ir preso cuando tenías cinco años. No me digas que recién te das cuenta de eso.— exclamó furiosa.

—¡¿El fue quien te prostituyó y te drogó?! ¡¿Te dejó que naciera en esta mierda en la que te metió?!— sollozó, casi desgarrando su garganta.

Ambos empezaron una acalorada discusión. Miyoung estaba roja de la furia gritándole cosas sin sentido a su hijo mientras el estaba recostado sobre la mesita ratona llorando. Hwang se levantó del suelo y se acercó a ella.

—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué dejaste que pasara?! Estabas en el hospital, vieron que estabas drogada, te pudieron ayudar, podríamos vivir algo distinto, ¡No pelear todos los días y tu matándote por nada!— exclamó.

—¡¿Y crees que no pensé todo?! ¡¿Piensas que soy tonta, que las neuronas las tengo consumidas?! Tu padre tiene gente por todos lados, el es capaz de hacer hasta lo imposible con tal de joderme la existencia...

—¡Denúncialo!

—¡Ya lo hice, Hyunjin! ¡¿Nunca supiste la historia?!— le gritó nuevamente.— Lo denuncié, fui millones de veces a la policía incluso golpeada. Una vez me prestaron atención y el pudo salir limpio de la situación, ¡Yo no! Si pudiera denunciarlo ¿Crees que viviríamos así?

Fear~ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora