21

74 9 0
                                    

Jeongin giró lentamente su cabeza mirando al mayor en cuestión de segundos. Hwang se mantuvo mirándolo esperando por una respuesta.

-¿I-irnos? ¿A dónde?- preguntó dudoso y con su voz quebrada. El mayor se acercó a su oreja haciendo que Yang se estremeciera.

-Ya verás.- respondió con una sonrisa pícara, dándole un leve golpecito en su hombro.

Hwang se levantó del escalón y sacó las llaves de su pantalón, haciéndolas sonar. Enredó el pequeño círculo de metal en uno de sus dedos y empezó a girar el objeto.

Los chicos ni se inmutaron de la ausencia de los otros dos. Seguían pendiente en su "discusión" si podían decirle así. Felix y Seungmin seguían en la esquina mientras el resto se gritaban de manera despectiva de quien sabe que.

Hwang y Yang salieron de la casa y empezaron a caminar hasta donde el mayor dejó el auto. Jeongin miraba a todos lados intentando encontrarlo, y claro que no iba a hacerlo, después de todo entraron a un estacionamiento donde muy en la esquina entre dos autos estaba el vehículo estacionado.

Hyunjin le sacó la alarma y abrió la puerta del conductor. Una vez adentro destrabó la puerta del copiloto y Yang se adentró un poco incómodo.

El mayor sacó el auto con sumo cuidado y empezó a andar despacio. Sin radio, ni charla, nada de nada, ambos viajaban en sumo silencio sin siquiera mirarse.

Hyunjin soltó una risa suave, una de sus malditas sonrisas ladinas hizo presencia en su rostro y maldita sea que se veía jodidamente bello con aquella cara.

-No te pongas tan tenso...- dijo sin dejar de mirar el camino. Yang sin darse cuenta tenía todo su esqueleto tenso, cuando el mayor le dijo aquello sintió un alivio al bajar los hombros.

-¿Puedes decirme a donde vamos?- le preguntó en un murmuro, llevando sus manos a su boca para morder sus uñas.

-Solo te diré que va a ser mejor que estar allá.

Hwang dobló a la derecha y lo que antes era una poblada calle minada de edificios, ahora empezaba una minúscula fila de casas que llevaban a lo despoblado.

Jeongin miraba por la ventanilla el aburrido exterior. Sin moverse del asiento y no mover un solo pelo, miró de reojo a Hwang conduciendo. Este tenía su brazo izquierdo recargado en la ventanilla mientras mordía sus uñas y con la derecha manejaba. También tenía su cuerpo ligeramente reclinado en el asiento y su cabello largo, que anteriormente le caía en la frente como una lluvia, ahora estaba recogido por un par de lentes oscuros en su cabeza.

-¿Te gustan las puestas del sol?- preguntó suavemente con voz ronca haciendo a Yang estremecerse en su lugar.

-Si...- murmuró nervioso mientras se encogía en su asiento.

-Estas dudando...- rió apenas.

A decir verdad, Jeongin jamás vio una puesta del sol. Todos hablaban de la maravilla que aquello era pero para el solo era una transición del día la cual no tenía importancia alguna y surgía cuando nadie se daba cuenta.

-Nunca he visto una en realidad...- murmuró tímido mirando sus converse atadas con un moño decorando sus extremos.

Hwang soltó una pequeña risa y volvió a mirar el camino de tierra y descampado sin borrar su sonrisa ladina.

A los cinco minutos llegó a una nueva calle. Estacionó el auto y apagó el motor, así abriendo la puerta y saliendo de este. Jeongin entendió que debía hacer lo mismo y bajó del auto, dejando sus cosas ahí adentro y caminando al lado del mayor.

Subieron unas escaleras hasta llegar a una pequeña colina con dos columpios al costado y una banca en frente. Hyunjin sacó su celular, eran exactamente las 18:34 pm. En días de calor cerca del otoño todavía el sol estaba en su punto, por lo que llegaron a tiempo a ver la puesta.

Fear~ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora