Capítulo 23

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La espera por tener a Sam de nuevo frente a mí me tiene muy ansiosa, ha pasado mucho desde la ultima vez que la vi, pero puedo decir que el tiempo que hemos estado separadas me ha ayudado a darme cuenta de que es la persona más importante de mi vida, es la persona con la que quiero pasar el resto de mis días, la amo a ella, solamente a ella y ya no tengo ninguna duda.

Megan me ha estado llamando desde que supo que volví al trabajo, pero la he evitado hasta más no poder, porque su compañía no es buena para mí, Laura me lo dijo muchas veces, que me alejara de ella, que el deberle mi vida no era motivo para dejarme arrastrar por ella hacia el abismo en que le gusta vivir.

Cuando regresamos del retiro espiritual, me convenció de ir por unas copas, a celebrar que por primera vez habíamos logrado completar algo juntas, acepté más por la misma lealtad que siempre le he tenido, que por querer celebrar algo con ella.

No recuerdo casi nada de esa noche, pero desperté en mi cama sola y vestida, lo que quiere decir que por suerte no metí las patas con ella ni con ninguna otra chica, me alegra no haberle fallado a Sam, porque estoy segura que un error más y la pierdo, por eso tomé la decisión definitiva de alejarme de Megan, porque al colocar lo que he vivido con Megan y todo lo que le debo en un lado y todo lo que he compartido con Sam desde que la conocí, ni siquiera hay como compararlo. Sam supera cualquier otra cosa buena que haya o llegue a haber en mi vida.

El teléfono de mi oficina comienza a timbrar.

—Buenos días, Departamento de toxicología —contesto educadamente.

—Alli al fin te encuentro —La voz se escucha angustiada.

—¿Pasa algo, amiga?

—He estado tratando de localizarte hace un par de días.

—Sí, perdón. Lo que pasa es que mi celular se dañó y hasta hoy me tocaba volver al trabajo.

—Por favor dime que la foto es un montaje, amiga —Su tono es ahora un poco serio.

—¿De qué foto estamos hablando? —le pregunto confundida.

—Ay no te hagas la desentendida, la foto de Instagram donde sales besando a Megan.

La voz no me sale, ni siquiera sé de qué foto me habla, en mi cabeza no hay ningún recuerdo de una foto de ese tipo y menos con Megan.

—Para ser una de tus bromas pesadas, esta es bastante pasada de la raya —le digo con molestia, Laura siempre ha disfrutado el hacerme bromas, pero esta no es para nada graciosa.

—Crees que bromearía con esto. Dime que la maldita foto es mentira o que al menos es una foto vieja.

—Es que no te entiendo, lo siento.

—Claro, hazte la que no sabe nada, pero te aviso que Sam ya la vio y está muy mal.

—¿Dónde está la foto?

—En el perfil de Megan, ah, pero no ya no está.

—En serio, empieza a explicarte bien, porque me tienes la cabeza echa un nudo —le digo con obstinación.

—La otra noche salimos en plan noche de chicas para apoyar a Lena, pero cuando quise postear una foto en mi perfil, vimos una foto de ustedes dos comiéndose la boca.

—No puede ser...

—¿No puede ser qué? ¿Qué la subiera?

—No, no seas tonta. Yo no me he besado con Megan. Es imposible que haya una foto de nosotras así.

—Te creería si no hubiese visto yo misma la foto.

—Quizá viste mal, ¿no dices que la foto ya no está?

Punto de QuiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora