Capítulo 35

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Sam quería llevar a los niños a jugar fútbol, lo que me concedió la oportunidad que requería para llevar a cabo mi objetivo, le pedí llevarlos al lago, ella lo conoce bien y por eso no dudo en aceptar mi propuesta. Mathew y Steve se irían con ella, me dijo que les quería comprar un regalo antes de pasar por ellos, lo que me pareció muy lindo de su parte, por razones como su noble corazón es que la amo tanto, sin limites de tiempo, distancia ni dudas.

Esta madrugada hablamos sobre lo que es el amor para cada una, y yo tomé la decisión de empeñarme en decirle que ella ama a Allison y que lo que siente por mí es distinto, que lo que ama es el recuerdo de lo que alguna vez fuimos, y juro por mi vida que es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer. Pero lo hago por ella, sé que después de lo que sucedió ayer no puedo estar con ella, no puedo fingir que no hice lo que hice, obligada o no fue un camino que elegí y ya no hay marcha atrás.

No miento al decir que hubiese sido la mujer más feliz del universo al saber que es a mí a quien ama y es conmigo con quien quiere estar, ¿saben lo que significa que nueve años después me vuelva a escoger a mí? Yo ya no podré saberlo, el destino y mis malas decisiones me colocaron en una encrucijada donde en ambos caminos en final es el mismo: perderla para siempre.

Quiero regalarnos estos dos días, hoy compartir con Mathew y con ella todo lo que una vez soñé para nosotras: formar una familia. Dicen que nunca se esta listo para despedirse de las personas que amas y es cierto, no estoy lista, pero estoy consiente de que es mi única opción.

Durante la mañana me dediqué a hacer unas llamadas para solicitar que la junta donde Sam debe rendir cuentas sea traslada para el lunes a primera hora, me costó convencer al director, pero luego de darle varias razones de importancia médica no le quedó otra que acceder a mi petición. Sam no sabe del cambio, se lo haré saber ahora que me reúna con ella y mi pequeño, porque para nosotras tengo planeado un día mágico, donde solo seamos ella y yo, sin problemas, sin dudas, sin mentiras, sin secretos, en fin, donde lo único que importe sea amarnos.

Además, quiero mantenerla lejos de la investigación un rato porque eso me recuerda que la perdí y que no hay nada que ninguna de las dos podamos hacer para cambiar nuestro destino. El suyo sí, pero el mío ya lo he trazado y estoy dispuesta a afrontarlo.

Dejó listos todos los pendientes que debía y me voy camino al lago para encontrarme con las dos personas más importantes de mi vida y a las que contradictoriamente también destruiré de alguna manera, pero me reconforta el hecho de que le tiempo no se detiene y con su paso va aligerando el dolor.

Me detengo un momento a observarlos jugar. Mathew lleva puesto un uniforme de su equipo preferido y en la espalda tiene su nombre con el número seis, imagino que se debe a la fecha de su cumpleaños o a su edad, Steve también lleva un uniforme personalizado; el suyo es del Bayer y en su espalda porta el número tres.

Sam se ve feliz, irradia un brillo mágico; desde que volvió A Forside esta imagen es lo más similar a la Sam de antes, la que siempre le encontraba el lado positivo a todo, la que con su sonrisa es capaz incluso de cambiar una vida. Creo que todos deberíamos ser una Sam en la vida de las personas, amar como ella con intensidad y libertad al mismo tiempo, tener un corazón tan lleno de amor para las personas no siempre es fácil y en ocasiones el rencor puede tomar la delantera, pero ese no es su caso, ella por más daño que las personas le hagan intenta ponerse en sus zapatos y entender a qué se debe su comportamiento, no sé ustedes, pero yo sí quiero aprender a vivir como ella.

Está tan llena de lodo como los chicos, hasta parece una niña disfrutando de un partido con sus amigos. Mathew nota mi presencia y corre a encontrase conmigo.

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