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Capítulo II

Estábamos camino a nuestra casa.

John, mi padre, me envió a comprar con Charlotte, creo que solo fue una excusa para sacarme de casa, no salgo mucho y él se dio cuenta de ello, algo patético debo decir.

¿Qué se mete? No se debe hacer el interesado ahora.

-¿Eres mi hermana?

-No.

-¿Mi papi es tu papi?

-Negativo.

-¿Mami es tu mami?

-Ni en sueños.

-¿Entonces por-

-Quieres jugar un juego? -la interrumpo.

-¡Sí!

-Bien, ¿conoces el juego del silencio?

-No, ¿Cuál es ese?

-Para empezar, es muy complicado, solo personas geniales y fuertes mentalmente pueden lograrlo. El juego consiste en permanecer en silencio lo más que puedas. Lo sé, nivel imposible-estaba por decir que no, lo vi en su cara, asique añadí-La que aguante más se gana golosinas.

-¡Quiero jugar, quiero jugar, quiero jugar!-saltaba y me irritaba.

-Si sigues así no lograras ganar, shhhhh-Dios, ¿Qué hice para merecer esto?

Charlotte guarda silencio. Ja, lo logré.

Intento llevarme bien con ella, pero con niñas como Charlotte no se puede.

Es como si le dieran un pez a Darla, la niña de Buscando a Nemo, posible pero no recomendado.

Sé que está mal tratar a una niña de 9 años de esa forma, pero cuando sabes que fue fruto de una infidelidad de años, es asquerosamente molesto.

Mamá y él llevaban 20 años casados, siempre fue distante, pero cuando empezó toda su cosa se alejó aún más. Un día llegué a casa y papá simplemente estaba arreglando todas sus cosas, mamá y Ansel lloraban demasiado, no sabía que pasaba.

-¿Mamá?

No respondió.

-¿Mami?

Ella estaba ausente.

-¡Mami! ¿Qué pasa?

Me miró, pero no habló.

-¡Ellie! Papá se quiere ir, ¡dile que no! -dijo mi pequeño hermano.

-¿Qué? ¿es cierto?

Mamá al fin reaccionó y asintió, John ni siquiera me dirigía una mirada.

Me di vuelta para mirar al más pequeño de la familia, él no debía sufrir así.

-Ansel, todo estará bien. Sube a tu cuarto y pon una película, iré pronto.

-N-o, n-no, no

-Has feliz a tu hermana, ¿por favor?

-Bien, pero debes subir en 10 minutos, o si no me enojaré mucho mucho

Cuando mi hermano sube yo me acerco a los dos.

-¿Por qué te vas? ¿hice algo mal? Puedo arreglarlo, con Ansel seremos mejores hijos, ya verás. Nos levantaremos temprano, iremos al colegio, no nos portaremos mal, comeremos toda nuestra comida, no te pediremos cosas, n-

-Querida, no funciona así. Me iré porque el matrimonio con tu madre no funciona, está muerto, así de simple-me respondió.

-¿Te alejarás de nosotros?