ᴛ ʀ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ᴀ

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– Un rollo de canela, por favor... – JiMin habló amablemente a la mesera que les atendía igual de sonriente.

Ella se fue dejando solo dos amigos en la terraza, dos mochilas aventadas en el piso y un cartel con el nuevo menú en la mesa. 

– ¿Estás mejor ahora?... – YoonGi pregunto con las piernas abiertas y encorvado, admirando como el menor miraba cada esquina de la nueva cafetería puesta en un edificio de dos pisos y que al parecer, se veía linda por la decoración. 

JiMin volvió a mirar la mirada casual y dormilona del otro y sonrió al bufar.

– Cualquier cosa es mejor que mantenerte en esa maldita escuela... 

– Que ironía... –  El mayor alzó las cejas con sarcasmo y miró la mesa – Se supone que a mí no me debería de gustar la universidad... Tú eras muy aplicado.

JiMin suspiro por lo dicho y sintió un pesar en su estómago.

– Lo sé... – Lo dijo con voz delgada y débil. – Pero últimamente estar ahí solo... – no podía encontrar las palabras, solo movía sus manos como si estuviera sosteniendo una gran piedra. – Me hace tener más problemas...

YoonGi asintió de acuerdo...

– Si... –  paso saliva – Últimamente las cosas se complicaron... – Mordió sus labios sintiendo el picor en su pecho.. cerró los ojos y dejó que su respiración se calmara – La verdad no sé en qué momento todo se fue a la mierda...

– Creo que fue desde... – Rasco su nuca siguiendo con la charla, como si los dos estuvieran pensando de la misma cosa. – No lo sé... ¿Desde que entramos al semestre?

No era verdad... JiMin sabía perfectamente que todo en su vida estaba yendo mal desde que dejó de sentir la chispa con su novio, desde que las mariposas en el estómago se convirtieron nudos y desde que su prioridad fue mantener feliz a JungKook.

Lo había pensado toda la noche anterior.

– Yo pienso que fue la mañana en que el maldito tumor decidió que era buena idea dejarme sentir emociones... – Rió con más amargura que gracia – Desde ese momento todo se derrumbó...

No saben cómo podían hacer que sus conversaciones cambiaran de ánimos tan drásticamente, pero a pesar que eran temas que difícilmente podían hablar libremente, se sentían cómodos diciéndolo al otro... Como si fuera algún tipo de confidente... La almohada de tu cama... Eran la persona del otro sin saberlo.

Y aunque el silencio reinó apenas tres minutos, junto a las vasijas chocando entre sí y conversaciones de otras personas susurradas... Ellos podían quedarse ahí... Sin decir nada pero sintiendo la presencia del otro... Y aún así sentirse en paz.

Los cafés llegaron a sus mesas junto a un rollo de canela y un cuerno dulce... Y mientras se preparaban sus bebidas calientes con el azucarado polvo, sonrieron los dos hambrientos y se miraron el uno a otro mientras le daban un trago a su café (bueno, capuchino para JiMin) disfrutando de el sabor fuerte pero un poco dulce... disfrutando los tragos pequeños y los ojos del otro.

–  YoonGi... – JiMin habló partiendo su rollo de canela para poder tomar un trozo y embarrarse con el azúcar por sus dedos. 

– mmhh... – Y cuando YoonGi pasó sus ojos de la ventana a los ojos de JiMin dónde le miró un poco extraño, el supo que habría una charla más profunda.

JiMin suspiro nervioso y juntó sus piernas por la incertidumbre.

– Sabes... – Pasó por la garganta su rollo de canela y tomó la taza de café fuertemente – Me gusta estar contigo... 

ʜᴀɴᴀʜᴀᴋɪ-ᴍ.ʏɢ~ᴘ.ᴊᴍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora