YeonJun sostenía la mano de su pareja mientras veía como daba pequeños saltos emocionados por volver a su academia dónde impartía clases a niños pequeños. Las vacaciones para BeomGyu habían acabado y ahora tenía que volver, pese a que regresaba cansado, el menor amaba su trabajo u estar rodeado de niños adorables; lo hacían levantarse cada mañana alegre para ir a trabajar.
A veces YeonJun se sentía mal por no darle a BeomGyu un hijo, pero ambos habían acordado que esperarían hasta que estuvieran listos para tenerlo, ninguno de los dos quería traer un hijo al mundo y no saber cómo educarlo.
— ¿Me pasarás a recoger o sales tarde hoy? —BeomGyu le preguntó mientras buscaba entre su bolso su gafete.
Aunque los guardias lo conocían, por seguridad de los estudiantes tenía que identificarse todos los que ingresaban al plantel sin excepción alguna. Hubo veces en los que el omega tuvo que regresar manejando como loco a su casa por olvidar su gafete.
— Es tu primer día, no voy a dejar que regreses solo.
YeonJun lo abrazó y depositó un beso en la rubia cabellera de BeomGyu, acarició los cabellos y miró con tristeza que su cabeza no estaba adornada con sus habituales orejitas; BeomGyu al ser un adulto no debía estar en su transformación intermedia puesto que era mal visto, sólo los niños al ser incapaces de controlarse podían portar su forma animal y humana al mismo tiempo. A YeonJun le molestaba que su pareja tuviera que esconder sus partes animales, sabía que era doloroso para él.
BeomGyu en el pasado había tenido un accidente automovilístico y en consecuencia había sufrido daños en su columna, afectando la parte del sistema nervioso que se activaba cuando se daba la transformación humana completa, es por ello que BeomGyu siempre se mantenía en su forma semi-humana, al ser incapaz de estar sin sus orejas y cola sin que le duela todo el cuerpo. Sin embargo, en su trabajo se le era prohibido debido a que los maestros no podían transformarse o mostrar alguna parte animal debido al alumnado que no era híbrido y para no ser un mal ejemplo para los que sí eran.
— Estoy un poco nervioso, este año me van a poner con un grupo más avanzado, no sé si pueda con ello.
— Beommie, no tienes de qué preocuparte, eres el mejor maestro de esa academia, estoy seguro que ellos te querrán —respondió mientras apartaba un mechón de cabello rebelde de su frente.
— Sólo lo dices porque eres mi novio.
— Tú sabes bien que no es solo por eso.
BeomGyu sonrió y dejó un beso en los labios de YeonJun, el tigre ronroneo feliz mientras lo volvía a besar, la realidad es que no quería dejar ir a su omega, se había acostumbrado a tenerlo a su lado en las vacaciones, ahora los días en la oficina iban a ser verdaderamente aburridos y estresantes.
— Te veo al rato —murmuró sobre los labios ajenos, negándose a apartarse del roce.
— Sé que tu tigre está inquieto, no te vayas a desquitar con tus empleados, por favor —comento BeomGyu con falsa preocupación, sabía que el alfa nunca trataba mal a su personal, por eso era muy respetado.
— No puedo prometerte nada.
— Entonces no habrá beso de despedida.
Antes de que YeonJun pudiera reaccionar, BeomGyu ya se había escabullido de sus brazos corriendo hasta la entrada del edificio, el tigre en su interior se emocionó y preparó para seguirle el juego a su pareja, pero para su desgracia los niños empezaron a llegar, por lo que obligó al felino a mantener la compostura.
— ¡Esto no se quedará así, Choi!
BeomGyu lo miró y le guiñó un ojo travieso, el estómago de YeonJun revoloteó al ver la hermosa sonrisa de su omega y sus ojitos desaparecer detrás de sus mejillas, estaba completamente perdido por aquel gatito y estaba feliz porque fuera así.
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Dulce ronroneo [◇] YeonGyu.
Fanfiction''연규.'' 적응. / Adaptación. 달콤한 푸르르. / Dulce ronroneo. . ₍₍YeonGyu es un tigre que amaba consentir a la bola esponjosa que tenía como pareja; un tierno gato de angora que adoraba pasar tiempo con su hyung.₍₍ . . . ☞ Historia original: Dulce ronroneo...