Dulce ronroneo [◇] YeonGyu.

□ 12.

BeomGyu pasó el cepillo por el abundante y esponjoso pelaje del tigre, las blancas hebras brillaban y se movían suaves cada que el cepillo peinaba las franjas que conformaban su característico estampado. Dejó el objeto a un lado y acarició el lomo mientras admiraba al majestuoso animal que tenía frente a él; YeonJun era hermoso, verlo en su forma animal era un deleite, impresionante como aquella bestia se dejaba ver y apreciar por él.

El animal ronroneaba y se untaba en la mano que lo mimaba cada que las caricias llegaban hasta sus mejillas. BeomGyu sonrió, se sentía en completa calma mientras cuidaba de su pareja, aquellos momentos donde YeonJun dejaba salir por completo a su tigre era sumamente íntimo para ambos, sobre todo el hecho de que el alfa bajaba completamente la guardia, entregándole su completa confianza a BeomGyu.

El tigre se acostó por completo mientras frotaba su hocico en la palma del omega, provocando que sus largos bigotes le dieran cosquillas, BeomGyu dejó de acariciarlo y antes de que YeonJun se quejara; se acostó sobre el pecho del animal, abrazándolo como un gran peluche.

— Amo que seas tan esponjoso.

Enterró su nariz en el abundante pelaje y aspiró el área dejándose llevar por la agradable sensación, sin embargo, inmediatamente tuvo que separarse para poder estornudar; el pelo se le había metido en las fosas nasales.

— Aunque también a veces odio que seas tan esponjoso —comentó riendo mientras se pasaba un pañuelo— esta vez te toca aspirar las sabanas.

YeonJun soltó un bufido disgustado, odiaba el sonido de la aspiradora, pero no se preocuparía por eso hasta más tarde. Se incorporó y fue hacia el rostro del gatito para untarse en sus mejillas y cuello, su tigre se sintió feliz cuando escuchó la dulce risa de su pareja.

"Conviértete."

Le dijo a través del lazo. BeomGyu le dio un beso en su nariz antes de sacarse su pijama y ropa interior para poder transformarse. En seguida un hermoso gatito de angora apareció frente al tigre blanco, BeomGyu dio vueltas sobre su espalda y le mostró su barriguita, YeonJun sonrió enternecido mientras escuchaba a su adorable pareja maullar para llamar su atención.

El tigre se acercó y lamió con cuidado la zona en muestra de cariño, disfrutando del tenue ronroneo que soltó el gatito sincronizándose con el de él. En ese momento eran uno, ambos animales entregándose mutuamente en un lazo de absoluto amor y confianza.

YeonJun se acomodó mejor en la cama y llamo a BeomGyu; el gatito se recostó cerca de su cuello, perdiéndose entre el abundante pelaje, el tigre siguió ronroneándole como si de una canción de cuna se tratara, lo acicaló y cuidó hasta que BeomGyu se durmió.

YeonJun miró una vez más a su pareja antes de dormirse él también y juró que podría morir en esos momentos y decir que su vida fue plena y perfecta.