□ 14.

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El aroma lo inundó por completo en cuanto puso un pie en la casa

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El aroma lo inundó por completo en cuanto puso un pie en la casa.

YeonJun aspiró profundo dejando que su alfa tomara cuanto necesitara del olor de su pareja; el aroma a flores llenaba por completo la casa, cuanto más se acercaba a la habitación más intenso se volvía. Si cerraba los ojos podía jurar que se encontraba en un gran campo de flores en el momento exacto en que retoñaban abriendo sus capullos ante la llegada de la primavera. Saboreó también el olor a frutos rojos, casi sintiendo que mordía una de las frutas maduras con su propia boca; su tigre se inquietó deseando llegar lo antes posible a la fuente de aquella combinación tan exquisita de aromas.

Abrió la puerta de su habitación, sintió su pene apretar dolorosamente dentro de sus pantalones al ver aquella imagen tan provocadora; BeomGyu le daba la espalda, mantenía su rostro enterrado en la almohada mientras su trasero quedaba al aire para que sus dedos pudieran tener un mejor acceso a su entrada, sus jadeos llenaban la habitación, BeomGyu trataba con desespero calmar el calor en su cuerpo y por suerte YeonJun estaba ahí para ayudarle.

— ¿No pudiste esperarme? —acarició con suavidad sus caderas provocando que la piel del área se erizara gustosa por el contacto.

— Te necesito~ —gimió restregándose en el bulto del alfa, provocando que este jadeara.

Se quitó con rapidez su ropa de encima ante la mirada hambrienta de BeomGyu que se masturbaba sin pudor frente a él. El omega gemía, maullaba y se retorcía deseando la atención de su pareja, alzó más su trasero, mostrando su entrada empapada de lubricante, provocando un gruñido al alfa que luchaba por quitarse los pantalones, estaba ansioso por tomar a su pareja que estaba más que listo para recibirlo.

— Por favor —suplico— tócame.

YeonJun volteó al omega para que lo pudiera mirar, se acomodó entre sus piernas y aun con la excitación y el sofocante calor, cuidó que ningún objeto del nido cayera, puesto que sabía que tan importante era este para su pareja se sintiera en calma y completa comodidad.

— BeomGyu —susurró en su oído mientras juntaba las piernas del omega sobre su pecho para poder descubrir su entrada y tener un mejor acceso a él.

Una jadeó se escapó de sus labios mientras se iba introduciendo en él. Las paredes le apretaban de una manera asfixiante y deliciosa, el calor de su omega lo envolvía y lo enloquecía hasta sentirse mareado. BeomGyu lo atrajo hacia su pecho y se aferró a él en cuanto empezó a dar estocadas, los gemidos de ambos no tardaron en llegar; el menor gimoteaba cada que tocaba su próstata, su cuerpo pedía más y conforme pasaba el tiempo los movimientos de los dos se volvían cada vez más erráticos y descoordinados, intentando con desespero llegar al orgasmo.

BeomGyu sintió como la tensión se acumulaba en su estómago e iba avanzando poco a poco por su cuerpo hasta quebrar su cordura. Arqueó su espalda de manera desmesurada mientras arañaba la espalda de YeonJun sin remordimientos, sus piernas temblaron y un lloriqueo salió de sus labios cuando alcanzó el clímax, YeonJun sintió como las paredes se cerraban alrededor de él provocando una satisfactoria sensación que lo llevó a acompañar a su pareja al orgasmo después de unas cuantas penetraciones más. Descansó sobre un codo y con el otro brazo abrazó a BeomGyu quién temblaba por la sensación que le provocaba el nudo dentro de él.

— YeonJun —habló con un hilo de voz mientras su cuerpo se sacudía con ligeros espasmos al sentir como el glande hinchado del alfa aplastaba su sensible próstata y lo llenaba por completo.

Sus respiraciones estaban agitadas, pero mantenían una sensación de calma al estar unidos, sintiendo el amor y aprecio de uno por el otro. YeonJun besó con ternura la frente de BeomGyu y se mantuvo en aquella posición disfrutando del sentimiento que le provocaba el poder tener a su pareja entre sus brazos.

— No vuelvas al trabajo.

YeonJun lo miró y sintió una sensación cálida esparcirse por todo su pecho al ver aquellos ojos que la miraban con suplica para que se mantuviera a su lado. Sonrió y besó con suavidad sus labios, los cuales lo recibieron necesitados por aquel gesto.

— No pensaba volver hasta que tu celo haya disminuido o acabado —murmuró mientras de reacomodaba para no aplastarlo con su cuerpo— en los últimos celos no he podido cuidarte por los viajes que estuve haciendo, esta vez quiero asegurarme de que estés bien.

BeomGyu se alegró y acarició los mechones del cabello que caían de la frente de su pareja. Suspiró pensando que estaba completamente enamorado del hombre que tenía frente él, nunca hubiera imaginado que su vida se llenaría de momentos maravillosos junto a YeonJun.

— Te amo —le dijo antes de cerrar los ojos y dormir tranquilo sabiendo que habría alguien que velaría por él.

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Dulce ronroneo [◇] YeonGyu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora