□ 22.

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— ¿Crees que este le guste?

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— ¿Crees que este le guste?

SooBin miraba el suéter entre sus manos analizando si aquel era el indicado para su omega. Pasaba sus manos sobre la tela tomándose en serio su papel de crítico profesional para encontrar la prenda perfecta para Hueningkai.

BeomGyu había ido con la intención de acompañarlo sin comprar nada, sin embargo, había caído apenas tocó una de las sábanas felpudas, ahora tenía en su carrito alrededor de cinco prendas para él, no quería caer en los estereotipos de que a los gatos y a los omegas en general les gustaban ese tipo de cosas, pero le era casi imposible ignorar las promesas de suavidad que aquellas telas gritaban con su superficie acolchonada y afelpada.

— Pensé que solo ibas a comprar artículos para su futuro nido.

— Lo sé, pero pensé que le gustaría un suéter así, aún hace frío y quiero que este lo más cómodo posible.

BeomGyu miró el suéter de lana café, le costaba imaginar a Hueningkai usándolo, el omega parecía ser más de usar ropas coloridas que ese tipo de tonalidades y estilo del chico.

— ¿Le gustan las cosas cómodas?

— No suele ser tan exigente con las texturas, pero últimamente ha estado teniendo preferencia por las telas suaves —SooBin echó la prenda al carrito y prosiguió a agarrar otro suéter— aunque si es exigente con su entorno, cuando nos mudamos a nuestra casa actual estuvo como una semana acomodando y reacomodando los muebles hasta que se sintió cómodo.

— Para algunos híbridos es importante la organización de su hogar, ¿qué especie es Hueningkai? —preguntó curioso.

No había tenido la oportunidad de descifrar que era, el aroma natural de su especie se encontraba opacado por el dominante aroma a caramelo que su omega desprendía, inclusive el toque de nuez que complementaba su esencia se perdía.

— Es una ardilla.

— ¿¡Una ardilla!? —exclamó sorprendido— p-pero sus facciones no se parecen nada a las de un roedor.

— ¿No crees que es un poco estereotipado el esperar que Huening tenga dos enormes dientes y mejillas redondas solo por ser una ardilla? —le incriminó.

— No es eso, hyung —sacudió sus manos, negando su error— es solo que los rasgos de Hueningkai parecen ser de una especie con más tamaño, inclusive es casi de tu altura.

SooBin se rio al ver la cara de consternación de su amigo, la realidad es que si no fuera por el aroma de su esposo, Hueningkai podría ser confundido con un alfa al no tener establecido en su apariencia a que rango pertenecía por poseer rasgos andróginos, pero aquello era su encanto y a SooBin le enloquecía.

— Su madre es un lobo, por eso posee las características de ambos, tiene la mirada de un depredador al asecho cuando se molesta, pero normalmente mantiene esa expresión tierna e inocente que resaltan sus grandes ojos avellana.

— La mezcla de los padres de Hueningkai le favoreció, yo no tenía salvación; mis dos papás son de especies pequeñas y aunque los genes de mi padre gato dominaron en mí, eso no evito que mi padre hámster me obsequiara algo de él —comentó tocando con pesar sus mejillas.

— ¡Pero si ese es tu mayor atractivo, BamGyu! —SooBin apretó un moflete de su amigo provocando que se sonrojara fuertemente, sin embargo, no lo aparto— no seas tan crítico contigo mismo, ¿o acaso me vas a negar que te gusta cuando YeonJun se la pasa todo el día besando y amasando tus mejillas?

— Mejor sigamos con las compras —lo cortó, avergonzado.

— ¿Ya te cohibiste? pensé que nuestra amistad ya había avanzado al nivel donde nos contábamos los fetiches de nuestras parejas —dijo mientras seguía a BeomGyu que estaba avanzando a otra sección de la tienda— no me puedes negar que tu alfa tiene algo por tus mejillas.

— SooBin-hyung —suplicó en un susurro, el alto volumen de voz del alfa había llamado la atención de las personas a su alrededor.

— Está bien —se rindió— ¡oye, mira! ¿crees que le gusten estos calcetines?

Mientras que SooBin actuaba como si no hubieran tenido ninguna conversación hace algunos segundos, BeomGyu trataba de bajar el sonrojo de su cara.

Miró las cremas humectantes de frutas que estaban a un lado de él, acomodadas estratégicamente junto a las prendas de color pastel para persuadir a los omegas consumistas amantes de lo tierno como él a llevarlas. Miró el lindo estampado de flores de la botella, no le venía mal mantener su rostro humectado, tomó una con olor a fresa que combinaba con su esencia y la escondió entre las sabanas para que SooBin no lo notara.

El resto de la tarde se la pasó acompañando a su amigo con sus compras para su pareja mientras se convencía a si mismo de que la crema oculta dentro de todas esas telas era para el cuidado de su piel y no por otra razón.






















Tus mejillas son tan suaves —ronroneó el alfa mientras las acariciaba con la punta de su nariz— ¿cómo haces para que siempre estén así?

— Supongo que es herencia familiar.

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Dulce ronroneo [◇] YeonGyu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora