Maestro sustituto. (Katsudeku./Omegaverse)

Capitulo 5: Advertencia.

—¿Es muy tarde para decirte que ya no quiero seguir dando clases?- Izuku dejó caer su cabeza en el regazo de su padre, Yagi solo sonrió con cariño y pasó sus dedos delgados por el cabello de su cachorro, era tan suave y verde como lo fue una ves el de la madre de éste.

—Sí lo es, ya es muy tarde.- el rubio rió cuando escucho un pequeño lamento venir del omega.— faltan casi dos meses para que termine, verás que todo sale bien.

Yagi solo sonrió viendo esos ojitos verdes,  tan profundo y grandes como los fue también los de su amada, la extrañaba tanto, de sus dos hijos, Izuku quién era el menor, se parecía mucho a su esposa fallecida, Midoriya Inko.

—Siento que moriré a manos de ellos antes de que se cumplan esos dos meses.- Izuku hizo un puchero mirando al rubio, no sabía si podría mirar al rostro a cierto rubio con ojos rubí de ahora en adelante. 

—¿Ya tan rápido has declarado que tiempo de vida?- Yagi se rió, viendo el rostro medio enojado y frustrado del pecoso.— no pasa nada, estoy seguro que lo harás bien y la experiencia te servirá en un futuro.

—Bien.-  Izuku no quiso molestar más, y solo se dedicó a disfrutar el tiempo restante que le quedaba de visita con su padre.

Después cuando el tiempo se acabó, el Omega se dirigió a su hogar, estaba cansado y su  cuerpo aún se encontraba algo mareado por el alcohol.

¿Se sentiría así hasta en lunes?, Que los dioses no quieran, ¡Eso solo sería como un recordatorio constante de lo que hizo el viernes!, Por todo lo santo.

¡La persona, alfa, que se suponía que era su alumno le había dicho que tenía bragas bonitas!, Bueno, no era algo que fuera tan malo pero, ¡Le había visto algo que nadie más, excepto por su madre, jamás en su vida lo había hecho!

¿Katsuki había investigado más a fondo?, ¿Habría movido su braga a un lado para ver algo más que solo ellas?, Ojalá que no, ni siquiera se daba algo de mantenimiento allí.

O sea, siempre se hecha a buenos jabones para no tener ningún tipo de infección o mal olor pero, sus hojillas de afeitar solo iban para sus piernas y axilas.

Izuku estrelló su cabeza contra la pared,
¡No era el momento para pensar en higiene de afeitadas!, Tenía otros problemas más graves, ¿O problema con nombre y apellido?

—Haber.- estaba el hecho de que se emborrachó bastante el viernes.— ese es un problema, Nemuri me dejó solo en el bar.- también el hecho de que se encontró con uno de sus alumnos y éste lo llevó a un hotel.— bien, son dos problemas y más si alguien nos podría reconocer, y espero que eso no haya pasado.- también estaba el hecho de que despertó desnudo y el alfa que está más bueno que el pan le dijo que tenía bragas bonitas.— ... ¡Bien, tengo muchos problemas!

Izuku tiró de su cabello con desesperación, estaba molesto consigo mismo, ¿Como pudo ser tan descuidado?, Maldecía a su cuerpo débil ante la cerveza.

—¡Juro que no vuelvo a tocar una lata de cerveza en mi vida!- era una decisión que ya hasta tenía su sello de aprobación y prohibición en la parte central de su cabeza.

(...)

Era el día lunes, siete de la mañana. Izuku sentía su rostro rojo y miraba la sonrisa burlona del alfa rubio, que estaba ya en su puesto. Los demás iban entrando al salón para la hora de clases, y como siempre, Katsuki era el primero en llegar, desde que lo hizo, no había dejado de mirarle con una sonrisa burlona, eso solo hacia que se pusiera más nervioso de lo que llegó.

Cuando llegaron todos, Izuku se levantó de su escritorio y empezó con su clase, anotaba los temas en el pizarrón y daba explicaciones, era algo obvio el ligero temblor en su voz y el sonrojo en su mejillas.