Izuku despertó de manera perezosa, miró un momento el techo de la habitación antes de darse cuenta de un par de cosas.
Uno; no estaba en su habitación. Y lo segundo se dedujo fácilmente cuando su estómago rugió por hambre, podía olfatear unos deliciosos huevos.
Se sentó en la cama mirando a su alrededor, en definitiva no era su habitación, estaba ordenada de manera diferente y el armario era más grande.
Además todo olía tan delicioso, tan bien, todo olía a Kacchan, la cama en la que estaba y hasta la ropa que usaba.
Izuku miró la ropa que tenía puesta, solo era una camisa negra, más grande que sus camisas normales, y olía delicioso. La frotó un poco en su nariz antes de bajarse de la cama.
Caminó despacio por el lugar, escuchando algunos ruidos que pudo saber que venían de la cocina. Se guió por los sonidos y el aroma, pudo ver la espalda del alfa rubio, estaba sin camisa.
Su espalda bien tonificada era increíble, podía ver como los músculos se contraían cada vez que movía los brazos. Izuku se mordió el labio inferior y se acercó despacio y en silencio.
—Buenos días.- murmuró bajito cuando pudo abrazarlo, el rubio solo pareció quedarse quieto por un momento antes de volver su atención en la comida que estaba haciendo.
—Buenos días, Deku-sensei.- contestó el rubio sin dejar los sartenes, nadie dijo nada por un momento, Izuku solo quería disfrutar del aroma y el calor que le daba la piel del alfa, era delicioso y lo hacía sentir bien.
Recuerda haber paseado en la moto un rato en la noche, después el rubio lo llevó a su hogar y lo hizo quedarse con la excusa de que ya era muy tarde, la verdad no puso nada de resistencia en irse, así que solo disfrutó de un baño y se cambió con la ropa que le dió.
También recuerda haberse pegado en el pecho del alfa para dormir más cómodo y si lo hizo, sentía que nunca antes había dormido tan bien.
—Vamos Deku-sensei, a comer.- el rubio había sacado dos platos de comida, pero Izuku no quería dejar esa calidez a la que estaba abrazado, así que solo gruñó por lo bajo, apretando más su agarre en el alfa.— no me gruñas, trasero de melocotón, no me hago responsable de lo que pueda hacerte.
Izuku sonrió, sabía que no debía tentar a su suerte, pero joder, quería saber de que el alfa no se haría responsable después. Volvió a gruñir, también abrió su boca dejando salir su lengua, para lamer un poquito de la espalda del alfa.
Lo sintió tensarse un poco, pero después, un aura pesada estaba saliendo del menor. Podía sentir como la excitación se hacía cada vez más pesada y su aroma más dominante.
—Maldición, después no digas que no te lo advertí.- el rubio dijo en un gruñido, e Izuku no supo cómo fue que se liberó de su agarre y se dió la vuelta para encararlo.— tú te lo buscaste, Sensei.
El Omega solo pudo jadear un poco antes de que fuera besado, las manos del rubio rápidamente fueron por su cuerpo, tocando todo lo que hubiera su camino. Fue alzado y puesto sobre la barra de desayuno, Izuku rodeó el cuerpo del rubio con sus piernas, atrayéndolo a su cuerpo.
—A-ah, Kacchan.- gimió el Omega contra la boca del rubio, los botones de la camisa que tenía puesta fueron sacados lentamente por el alfa, dejando al descubierto la piel de su pecho.
—Pueo oler como te mojado, Deku-sensei. ¿Tan ansioso estás por un nudo?- murmuró el rubio con sorna, metiendo una de sus manos entre la ropa interior del Omega, tocando esa suave vulva y haciendo que sus dedos entraran dentro de ese delicioso calor húmedo.
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Maestro sustituto. (Katsudeku./Omegaverse)
FanfictionCuando su padre Yagi le pidió que fuera el maestro sustituto en donde da clases antes de caer enfermo. Debió negarse rotundamente, ahora tenía que lidiar con alumnos que solo eran dos años menores que el. Pero, ¿Solo era un semestre verdad?, Sólo te...