Game Traveller: Una historia de videojuegos.

76. El último mundo

Llegando hacia la base, la peliacua fue derivada a cuidados intensivos, para que sus heridas fueran tratadas...dejando a Susie, Sarvente, y sobre todo, a Chris, preocupados...

Estará bien, no te preocupes...-dijo la monja, vigilando el proceso de recuperación, mientras que Ruv operaba la cápsula en la que estaba siendo tratada Lucía- Hay algo, que quiero preguntarte...

.....¿Qué ocurrió contigo en todos estos años que estuviste fuera?

Esa pregunta golpeó de manera enorme al castaño, quién apretó sus puños, para sentarse,y mirar el suelo, tragando pesado...no sabía por donde partir...

...-callado, sus manos temblaban un poco, pero tenía que responder...- Muy bien...

Tras la batalla contra Giga Bowser, fue transportado por Rosalina hacia acá, al mundo real, quería volver a casa con mi hija...con todos ustedes...pero cuando llegué, todo estaba destruido, la Game Traveller partida a la mitad, sin rasgos de poder, busqué en todo el resto de la casa, y nada, no encontré a nadie......por lo que me maldije a mi mismo varias veces, dejando mis armas ahi ocultas, y no volver a verlas nunca más...corrí, huí de todo...

Estuve, con miedo, buscando por toda Japón algún indicio de si es que podía encontrarlos...ya que con la espada rota, no pude generar portales para así buscarlos en los otros mundos, pero tampoco hubo rastro alguno, estuve así por 4 años más o menos si no me equivoco...viéndome incapaz de hacer algo, vagué por las calles, ocultándome de todo, quería suicidarme..........porque creí haberlo perdido todo.....

Hasta ahora, que pude ver el porqué habían ido a otro mundo....

No será la mejor explicación del mundo, pero...-Chris suspiró, para luego mirar a todos, en especial a Sarvente- Eso fue por lo que tuve que pasar, más o menos.

Lamento todo eso, amigo-la pelirosa tocó el hombro de su compañero, para darle una sonrisa- Ya estás de vuelta, y eso es lo que importa, A todo esto......Lucía...¿Notaste algo raro en ella?

Tuvo mi transformación-respondió recordando la batalla que tuvieron hace unos minutos- Solo que estas llamas eran doradas...¿Crees que ella pueda usar los Prismas que están en mi arma?

Podría traspasar los poderes de tu arma a la suya, si me lo permites-dijo la asistente ejecutiva, curiosa de estudiar el suceso, cosa a la que su amigo accedió, prestándole su arma- Me tomará unas horas, si gustas puedes descansar.

Ven Chris, he cocinado algo, asumo que debes tener hambre-dijo la oji-rosada, llevando a su casi hijo, si se podría decir asi, al comedor, mientras que el ruso supervisaría la recuperación de la peliacua, al rato, le entregó un plato de arroz con una especie de pollo al jugo, cosa que olía muy bien...aunque el ojos dorados estaba serio, su mirada lo delataba...tenía mucha hambre...por último, la mujer complementó el plato con un vaso de Coca-Cola aparte- Listo, puedes servirte.

Ni lo dudó, comiendo lentamente, soltando leves tarareos, el platillo estaba demasiado bueno...hacía tiempo que el muchacho no comía algo delicioso...

Por lo que veo te gustó bastante-dijo Sarvente soltando leves risas, para acariciar el cabello del hombre que tenía delante suya- Lamento haber preguntado eso antes...

Era algo que tarde o temprano contaría, no pasa nada-respondió para calmar a la mujer, mirándola a los ojos- ¿Ruv te dijo que tienes lindos ojos? Porque lo son.

Si supieras cuantas veces me lo dice...-dijo tapándose la cara avergonzada por el cumplido, pero estaba bastante sonrojada...algo más había ahí...

Mejor ni digo si te susurró que te amaba mientras estabas muy a solas con él...-dijo Chris para tomar de su bebida, observando como la monja se sonrojaba mucho más- (Como si no fuera evidente eso...parece que Ruv es frío por fuera, pero por dentro seguro que debe dejarte algo...)