Game Traveller: Una historia de videojuegos.

85. La batalla final, parte 2

Mirando hacia el enorme vacío que yacía abajo de él...Kyoukan estaba respirando algo agitado que pudiera escpar a duras penas de la zona...pero eso era una señal para él, que debía apresurarse para alcanzar a Lucía.

Continuando su camino, se encontró en una fábrica de armas, desde luego esta no estaba desatendida, habian más soldados y monstruosidades para apoyarlos...para suerte del ser, alguien acudió a su ayuda, quién tomó forma al salir de una fracción del poder del joven...

Sentí tu determinación a lo lejos, espero que no te moleste que te ayude, Chris Lowell-habló una mujer quién estaba con una armadura robótica, lista para ayudar al muchacho, quién volvió a su estado normal.

Por mi causemos el caos para salvar nuestros mundos, Samus Aran-el castaño respondió con una sonrisa decidida y frunció el ceño- Más te vale que no te contengas, debemos salvar a mi hija.

Con mayor razón no lo haré-la cazarrecompensas preparó su cañón para desatar una tormenta de destrucción junto a su compañero-¡Ahora!

Ambos corrieron a abrirse paso entre todos los enemigos, la mujer disparaba varios misiles hacia todos los monstruos mientras que el ojos dorados se enfocaba en los soldados, Samus facilitaba las cosas de gran manera debido a sus disparos, pero los enemigos ahí no eran la única cosa de la cual preocuparse, sino que también debían de detener la fábrica de armas, o mejor dicho, DESTRUIRLA.

¡Samus! ¿Puedes usar una bomba de energía?-Chris preguntó mientras se abría paso entre todos los uniformados.

¿Necesitas destruir esta fábrica de armas? De ser así puedo hacerlo-respondió la mujer quién continuaba disparando a las bestias.

¡Justo me leíste la mente!¡Ya sabes que hacer!-el castaño contenía a los enemigos para darle tiempo a la cazarrecompensas para que detonase una de estas poderosas bombas que tenían casi la potencia de una bomba nuclear.

Al cabo de unos minutos, la rubia ya había plantado varias de estas bombas, solo quedaba detonarlas.

¡Chris, cúbrete!-exclamó Samus, el mencionado hizo caso conjurando un Shugouhoujin en caso de que la explosión fuese demasiado poderosa, que es lo que sucedió, SI QUE ERA PODEROSA, las explosiones cubrían un rango de alcance enorme, destruyendo las máquinas de fabricación de armas- Bueno, debería bastar para frenar a tu enemigo.

Claro que si, ahora debo continuar, gracias Samus-el ojos dorados le sonrió a la cazarrecompensas, quién volvió a la espada por el poder del Prisma- (Aguanta Lucía, ya casi estoy.)

Descargando varios disparos con el lanza-estrellas, Chris se abría paso ante toda fuerza enemiga que tenía adelante, estaba claro que toda la fortaleza fue alertada por los ataques, pero no había otra opción, ante tiempos desesperados, decisiones desesperadas.

La explosión que Samus había causado gracias a una bomba de energía desestabilizó el armamento de la fuerza enemiga, impidiendo la creación de estas, por lo que esto cortaría de manera enorme el poder enemigo, pero aún quedaba seguir avanzando alrededor de la fortaleza para encontrar a Lucía.

Llegando a una habitación oscura, caminó un par de pasos...pero algo comenzó a sonar, ¿Un mecanismo...? Al rato la zona comenzó a iluminarse...lentamente...