Ocho

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- Voy a meterme en su mente, jugar como nunca nadie lo hizo y cuando crea que ganó se va a dar cuenta que jamás movió ninguna pieza.


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Spallatti abrió sus ojos al otro día, como ya se había hecho costumbre estaba abrazando a LaFuente era una forma muy cómoda de dormir sin pasar frío porque era como una estufita.

Un suspiro de alivio salió cuando noto que Monzón dormía sobre su cama, tenía el pecho desnudo y unas ganas que supuso se las había puesto su compañero de sueños.

- ¡La concha de la Lora! - dijo cuando se puso de pie y sintió el ardor en sus partes íntimas. Jodido bastardo se las iba a pagar. Busco la ropa limpia que tenían escondida por ahí ya que ellos contaban con el privilegio de no usar uniforme.

- Me las vas a pagar hijo de puta, te juro que...

- ¿Vas a algún lado Ecko? - Dam había despertado y lo cuestionó.

- Voy a matar al desgraciado.

- Lit ya se ocupó de eso, vení acá que pareces un pingüino boludo.

Matías lo miro indignado y ofendido se fue a acostar pero a la cama de Mauro. Lo despertó.

- Hola guapo - le revolvió el pelo - ¿Cómo te sentís?

Muchas veces Lit podría parecer despiadado pero ahí dentro la única persona que había estado a su lado desde el segundo mes que llegó fue Ecko, nunca olvidaban que si lograban salir jamás iban a reencontrarse así que allí, dentro de esas cuatro paredes se permitía mostrar una pequeña parte de sus emociones. Especialmente después de los acontecimientos su sentido sobre protector se había activado con el moreno y con Dam cuando descubrió que lo había defendido pese a tener todas la de perder.

- Me duele el orto - se quejo refugiándose en su cuello - Y yo quería que cuando vuelvas me la pongas.

- ¿Escuchaste eso Dam? - el otro lo miro curioso, nunca lo incluían cuando Spallatti estaba mimoso. Solo escuchaba y no decía nada - Alguien anda necesitado, ¿qué te parece si lo ayudamos?

Damián salió de su cama y fue a la del líder. Ecko quedó entre medio de los dos mientras atacaban su cuello, besaban, mordían y chupaban nublando los sentidos de su acompañante.

- Más - suspiro - Quiero más... Por... Favor.

Lit atrajo a Dam hacía a él y lo beso con la misma ferocidad que este lo había hecho anoche, los ojos lujuriosos de Ignacio se estaban haciendo una fiesta entre sus pantalones y su imaginación hasta que tuvo suficiente.

- Yo también quiero - se quejó.

- Vení acá chiquito - hablo Dam y lo incluyo en el beso, las lenguas chocaban y peleaban por ver quién invadía más la boca del otro, por ver cuál cedía por completo primero. Cuando se separaron estaban sumamente agitados un hilo de saliva se extendida desde los labios de Monzón hasta el de LaFuente siendo la prueba de lo que había pasado segundos atrás.

- Chiquito porque no preparas a Dam porque si vos querés que te la ponga vas a tener que metérsela, ¿no Dam? ¿Te gusta la idea? - mientras decía aquellas palabras iba mordiendo sus oreja y cuello haciéndolo perder la poca razón que tenía para decirle que era una mala idea tener sexo con esos dos.

- S... Si...

Matías chupo su dedo índice mientras Mauro desnudaba al otro. Las manos pálidas separaban los cachetes del más alto mientras el dedo de Ecko se abría paso entre las estrechas paredes, sentía el palpitar de estás por la intromisión. Movió su dedo en forma de gancho y sin querer encontró la próstata rápidamente causando que el cuerpo del castaño se derrumbará sobre el colchón.

- ¡Más! ¡Más rápido! - exigió LaFuente.

- Como me calienta la pija verte así papi - le hablo Lit mientras Ecko introducía tres dedos de una.

- ¡Despacio pelotudo!

- Shhh, que si lo haces enojar va a ser peor.

Dejaron a Dam por unos minutos, ahora era el turno de Lit de preparar a Ignacio. Lubrico sus dedos y se tomó todo el tiempo necesario para atender su entrada, con una mirada Dam comprendió que debía estar atento a que no le doliera, asegurarse que disfrutará.

Poco a poco, el ardor que sentía en su zona trasera se transformó en placer. Se convirtió en un pedido suplicante de que le diera más, necesitaba más. Quería más.

Monzón puso a LaFuente boca bajo sobre la cama y Ecko se abrió paso poco a poco en su ano siendo la primera vez que su nuevo compañero de celda compartía tan íntimamente con ellos. Mientras Ecko esperaba que Dam se acostumbrara a la intromisión fue el turno de Lit de abrirse paso por su orificio.

Eran como un sándwich, Ecko en el medio, Dam abajo y Lit arriba. Matías sentían mil veces más que los otros dos, sentir como tú pija entraba en alguien y al mismo tiempo sentir como te la metían era estar en el mismo cielo, glorioso.

Los tres eran un desastre de gemidos, sus movimientos eran descoordinados porque no era fácil mantener relaciones de ese tipo igual no dejaba de ser placentero.

No duraron mucho, la excitación era mucho el primero en dejarse ir fue Mauro, seguido por unos minutos por Dam finalmente Matías se corrió dentro.

Agotados se tiraron sobre la cama, los tres juntos. LaFuente se quedó dormido instantáneamente mientras que Lit busco un papel para limpiarlos.

Había algo rondando hace mucho tiempo por su cabeza, ¿era capaz de confiar en el pibe? ¿Valía la pena arriesgarse? Miro a Ecko y le preguntó.

- ¿Decís que venga con nosotros? - Spallatti pensó antes de dar su respuesta.

- Sí, creo que sería útil aparte que tres se pueden defender mejor que dos.

Y Mauro Monzón aunque si le preguntaban iba a negarlo hacía absolutamente todo lo que Spallatti deseaba.

- Bien, tenemos que contarle nuestro plan.

- Bien, tenemos que contarle nuestro plan

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SIN EDITAR.

¡Buenas! Cómo les avise hace tiempo está va a ser la última actualización por dos semanas y media. La vida adulta trae responsabilidades llamadas rendir finales.

¡Se me cuidan!

PIOTRKÓW || Damlitcko [COMPLETA Y EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora