PIOTRKÓW || Damlitcko [COMPLETA Y EN EDICIÓN]

Prólogo

PRÓLOGO

Dedicado a -ReinadePikas

— Es imprescindible que encontremos a LaFuente con vida, capturarlo y hallar la forma de que coopere con nosotros — hablaba alguien con un abrigo largo y un sombrero que ocultaba gran parte de su rostro — Es necesario para que las cosas funcionen, ¿te ha quedado claro? —. La respuesta no se llegó a oír perdiéndose entre el sonido de la lluvia.

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Mientras tanto en un lugar aislado un joven se encontraba concentrado en lograr su objetivo, hackear la red internacional de asesinos en fuga registrados por la INTERPOL, su intención era borrar un registro en específico, el de nada más ni nada menos que Mauro Lombardo reconocido gánster argentino, especializado en la distribución de heroína de alta calidad mundialmente.

Damián LaFuente trabajaba para Mauro, mejor conocido como Duki en el submundo, la red oscura. Se encargaba de todo lo relacionado a la tecnología, desde cambiar los horarios de salida y llegada de los vuelos que utilizaban para comercializar el producto, hackeaba las redes de multimillonarios para conseguir dinero de sus cuentas y que en caso de que la policía quisiera encontrarlos ellos fueron los primeros en caer sin tener la menor idea de que era lo que habían hecho.

Borraba el pasado de cualquier delincuente que pagara sus aranceles, no existía una tarea que Dam no pudiera realizar, era un fantasma, el mundo no lo conocía, solo Duki sabía de su existencia.

Todo lo bueno tenía que llegar a su fin y después de 5 años donde Lombardo vivió bajo las sombras de la policía finalmente estos habían descubierto su verdadera identidad y ahora era buscado en cada rincón del planeta incluso se ofrecía una recompensa inimaginable.

Era cierto que llevaba más de veinticuatro horas intentando acceder a los registros de la policía, destruyendo firewall tras firewall, instalando los suyos propios para que no dieran con su ubicación después de lo que pareció una eternidad lo había logrado. Todos y cada uno de los registros de Mauro Lombardo había desaparecido, incluida sus huellas digitales, sus registros dentales y había borrado de la base de datos su ADN. Duki ya no existía, Damián le había creado una nueva identidad y sería imposible para la policía atraparlo. 

Cada acción tenía su costo y esta vez no iba a salir impune, a su lado se encontraba el único pibe al que le confiaría la vida Tiago mejor conocido como PZK en su mundo, su mano derecha, su aprendiz, el único junto a él capaz de hackear paginas de la CIA o el FBI sin que estos se enteraran.

Antes de verlo lo sintió, el piso de la habitación tembló junto con las paredes y todo su cuerpo lo entendió, su piel erizada se lo confirmó la policía lo había encontrado. estaba acabado, era el fin de todo lo único que lo enorgullecía era que cumplió con su misión y no había decepcionado a su jefe. 

— LaFuente — se escuchó desde fuera — Salga con las manos arriba y todo esto se acaba.

Damián y Tiago se miraron, sabían lo que venía, Dam le agarró el rostro y dejó un fugaz beso sobre sus labios, nunca lo había amado pero el menor si con todo su corazón y si esto llegaba a terminar mal deseaba dejarle un recuerdo feliz. Sacaron sus armas de los escondites, iban a pelear jamás iban a entregarse sin luchar.

El suelo volvió a temblar y la puerta principal fue derribada, tenían unos segundos antes de que llegaran allí pero ninguno pudo prever que los agentes comenzaron a disparar ni bien ingresaron, una de las balas atravesó la puerta e impactó directamente en el pecho del menor.

Vio como Tiago puso su mano sobre su pecho y esta se lleno de sangre, demasiado debió haber dado en alguna arteria importante finalmente cayó al piso y él corrió a su encuentro, lo que estaba viviendo no podía ser real, tenía que ser un sueño, PZK era bueno y solo se había metido en ese maldito mundo por el amor que le tenía, una jodida mierda.

— Quédate conmigo nene, dale no cierres los ojos — el menor pestañeaba cada vez más lento — Por favor Gotti, pelea por mi.

— No duele Dam, no duele — le sonrió como pudo — Soy feliz de haber estado a tu lado y que creyeras en mí para enseñarme todo lo que sabes — con cada palabra que decía su voz sonaba más pausada y el color iba abandonando su cuerpo quedando más pálido — Se que nunca me amaste pero gracias por protegerme.

Las lágrimas cayeron volviendo su visión borrosa cuando vio la vida abandonar los ojos de su mejor amigo, sintió que una parte de su alma se iba junto con él, esa mirada que estaba llena de sueños ya no existía se encontraba vacía, dejo el cuerpo inerte con el mayor cuidado posible y enceguecido comenzó a gritar, su pulso temblaba y se sentía impotente.

— ¡ HIJOS DE PUTA! ¡LO MATARON! ¡A ÉL QUE NO HIZO ABSOLUTAMENTE NADA! — comenzó a disparar sin medirse dando a la mayor cantidad posible de agentes que podía.

La tensión, la euforia, la adrenalina que recorría su cuerpo no lo dejaba pensar con lucidez había olvidado lo más importante que le había enseñado para escapar de la policía que era jamás descuidar tu espalda sin importar el qué y él solo se enfocaba en el frente.

Los tiros se escuchaban por todo el dormitorio, en ambos sentidos, LaFuente se protegía detrás de un escudo diseñado para estas situaciones donde arrastró el cuerpo de Tiago para que no lo dañaran. Sentía que en cualquier momento iba a morir porque ya no le quedaban balas pero una orden lo cambió todo.

— ¡LO QUIERO CON VIDA! — grito el que parecía ser el detective a cargo de la operación, morocho de rulos, más bajo que él e incluso se veía mucho más joven.

Lo habían atrapado, se terminó. Damián LaFuente iba a ser encarcelado y juzgado ni siquiera le quedaba una última bala para dispararse a sí mismo.

Sabía que lo que vendría no iba a ser nada bueno.

SIN EDITAR. 30/04/21