PIOTRKÓW || Damlitcko [COMPLETA Y EN EDICIÓN]

Capítulo 2

Damián esta muerto.

— ¿Quién soy? Probablemente muchas personas responderían a esta pregunta con un "no sé" pero lo cierto es lo tengo clarísimo. Yo soy Damián LaFuente, me quitaron a todas las personas que alguna vez amé y lo único que quiero en esta vida es venganza. Devolverle a la familia que me quitó a la mía, uno por uno con el peor de los sufrimientos. Verlos desmoronarse, destruirse, romperse poco a poco y ver como el dominó cae.

Siendo honesto Matías, en los nueve meses que estuvimos encerrados supe que vos eras otro peón para Lit, yo te estoy dando la oportunidad de decidir por primera vez en tu historia, sí querés ser la puta de monzón o cobrarte lo que hicieron con tu hermana.

Yo no voy a prometerte un final feliz, porque estoy cien por ciento seguro que alguno va a terminar muerto. No puedo prometerte amor, porque mi corazón dejó de sentir hace mucho tiempo. Yo no amo, yo no protejo, yo no cuido, solo vivo por y para matar a todos los Monzón-Lombardo. Esto es lo que soy Ecko, soy Dam porque Damián murió hace demasiado tiempo. ¿Querés usarme para coger? Hacelo, soy hombre y también tengo necesidades pero no me flashes una historia de amor. No existen y mucho menos en el mundo en el que estamos metidos. Te ofrezco esto Matías, un lugar seguro para estar con tu hermano, satisfacerse el uno al otro, prometo hacerte el amor aunque yo no sea capaz de sentirlo, que la policía no te meta en cana de nuevo y por último, venganza. Es tu decisión, si querés irte, no voy a poder permitirlo bonito.

Spallatti necesitaba procesar demasiadas cosas, pero algo lo tenía claro. Quería quedarse junto a su hermano, recuperar lo que habían perdido. No de nuevo y si, él estaba jodidamente enamorado de Mauro Monzón porque joder era un niño cuando lo metieron ahí adentro. Nunca había estado con nadie y si bien al principio fue un infierno, después fue bonito. Y ahora por fin comprendía el significado de un corazón roto, siempre lo oyó pero nunca lo entendió, sintió como todas sus piezas se rompían y no era iluso. Sabía que en la vida real jamás estaría con Mauro, pero se suponía que era porque juntos eran más fáciles de cazar, porque lo quería tanto que buscaba cuidarlo de ir preso otra vez pero no, lo alejó para que no descubriera que era maquiavélico y un maldito egocéntrico.

— Te elijo a vos Dam, el amor no existe para nosotros pero si te puedo prometer algo, voy a mover cielo y tierra para que trague cada una de sus palabras, para que sufra más de lo que vos y yo lo hicimos. Las va a pagar diente por diente y ojo por ojo. Me importa una mierda si me matan en el proceso, porque a Matías y a Damián los mataron cuando mataron a su familia y es hora de vengarse. 

El amor que se había declarado hace unas horas ya no existía porque todos sabemos que en su realidad te hacia frágil, débil. Se necesitaban el uno al otro pero no bastaba, no podía existir el amor en un corazón cegado por el odio y la venganza. Spallatti tendría que aprender a vivir con eso porque su boca había dicho algo pero su corazón, su corazón estaba malditamente enamorado de Lit Killah y Dam. 

— Entonces es hora que me ayudes en una parte del plan. 

Después de ver la sonrisa diabólica de Dam sintió como el fuego lo rodeaba, sentía el calor crecer y sus heridas escocer ante el mismo. Por primera vez en su vida sentía que había llegado su fin, la esperanza si es que alguna vez la sintió, había desaparecido. Recordó a su hermana y se sintió orgulloso de todo lo que había hecho. Aunque quería rendirse porque ya no tenía fuerzas debía seguir luchando, usaba todo lo que su familia le enseñó para intentar desatarse el fuego estaba cada vez más cerca y el tiempo se acababa. Comenzó a llorar de la impotencia, del dolor físico y mental ¿dónde mierda estaba Matías? ¿Estaba vivo o se lo habían arrebatado? Maldijo el día que pensó que era buena idea garcharse a aquel idiota. Maldijo dejarlo entrarlo en su corazón porque ahí donde sentía que todo se terminaba tuvo que admitir que aunque quisiera a Matías, él había caído completamente ante LaFuente. Después de nueve meses juntos sabia perfectamente cuando tenia frio, cuando estaba excitado, enojado, triste podía leerlo completamente y hacer lo necesario para que se sintiera seguro dentro del lugar en el que estaban pero todo había sido una maldita farsa y joder que lo primero que le habían enseñado era que jamás debía entregar su corazón y el no supo cuando se lo dio por completamente a Damián para que lo estrellará conta el suelo y lo rompiera en millones de pedazos.

Lleno de rabia intento una vez más y logro zafarse de las cuerdas. Podía sentir la suela de sus zapatillas hervir, comenzó a recorrer el lugar hasta encontrar una salida al final del contenedor pero para llegar hasta allí debía pasar por entre medio del fuego. Era todo o nada así que corrió por allí, sintiendo como muchas partes de su cuerpo eran alcanzas por las llamas. Lo logró pudo salir, afuera vio cientos de patrulleros así que preso del pánico y de la agonía que le causaban las quemaduras decidió saltar al agua. Ya no le importaba su final.

Podía sentir como el agua entraba en sus pulmones, sentía como poco a poco sus músculos se debilitaban y aunque lo intentará ya no podía. Su pecho comenzaba a arder, un ardor que nunca había sentido como si miles de puñales se clavaran en él. Mientras su mente decía que luche, su cuerpo le decía basta. Cerró los ojos y se rindió. La tranquilidad lo invadió finalmente.

Creo que si había gente que todavía pensaba que Mauro estaba vivo, les vuelvo a decir que se replanteen esa idea. 

SIN EDITAR 04/04/2024