Capítulo 1

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ADVERTENCIA: Capitulo +18.

Todo se sentía tan irreal, ¿quiénes eran ellos? ¿De quiénes se había enamorado? En un segundo todo lo que creía conocer le fue arrebatado. ¿Lit sabía quién era él y lo que había pasado con su hermano? ¿Era verdad que su viejo era el culpable?

¿Dam lo estaba salvando? Su cabeza era un caos, necesitaba ordenarse. Necesitaba centrarse o las cosas iban a ponerse feas.

— ¿Qué querés Damián? No entiendo porqué me necesitas vivo, ya está. Ya nos cagaste, arruinaste todos nuestros putos planes. ¿Quién sos? ¿Para qué me necesitas? Porque no creo que me tengas vivo gratis.

Había estado durante una semana completamente dormido recuperándose del disparo que le dieron. Cuando despertó se encontró con Dam sentado a su lado leyendo un libro. No pudo evitar comenzar a despotricar cuando fue consciente de todo lo que había sucedido en el último tiempo.

— Quiero que entiendas, que te des cuenta de una puta vez que todos a tu alrededor te mintieron. Mauro, su familia, todos y cada uno de ellos te usaron como un peon. ¿Acaso crees que fue casualidad que terminarás en la celda de Lit? No chiquito, créeme que no. Mauro elegía todas y cada una de las putas que pasaban por ahí. Solo que tuviste un poco más de suerte y tu culo le gusto lo suficiente para que vivieras hasta sacarte de ahí.

— Yo no entiendo, no entiendo nada — sentía que su cabeza iba a explotar, ya no sabía que era real y que era mentira. —Necesito dejar de pensar, necesito dejar de sentir por favor, por favor Dam. Sus ojos se cristalizaron mientras acercaba su boca a la de LaFuente.

Damián lo beso, suavemente recorriendo cada centímetro de su boca. Podía sentir a Ignacio temblar cuando sus manos tocaron su espalda baja. Escuchaba los suaves gemidos que escapaban de su boca cuando se separaban a tomar aire. Delineo con la punta de sus dedos el contorno de esos labios carnosos que lo volvían loco.

Se miraron fijamente, Dam lo miraba con admiración. Ecko no lo entendía, ¿cómo podía seguir gustándole tanto alguien que le había mentido? Pero entonces volvía a su mente que Lit también le había mentido. Lo necesitaba.

— Cógeme Dam, por favor — su voz salió como una súplica.

— A tus ordenes mi rey, siempre. Para lo que quieras.

— ¿Lo que quiera?

— Sí, creo que eso significa — río mientras lo decía.

— Si te pidieras que matarás a cualquier persona, ¿también lo harías?

— Chiquito, creo que todavía no entendiste que estoy completamente loco. Y no solo eso, estoy descubriendo que estoy completamente loco por vos como no te das idea. Decime a quien queres que mate y yo te juro que lo voy a hacer.

Ecko acerco sus labios a su oído y susurro un nombre. Dam sonrió, jurándose a sí mismo que traería el cuerpo de ese hombre.

— Lo prometo — dijo LaFuente — pero creo que ya fue suficiente charla, vos y yo estábamos en otra cosa. Abrí las piernas papi.

Ecko no podía moverse mucho debido a su pierna, así que todo el trabajo quedo en manos de Dam.

— ¿Queres que te la meta o cogerme?

— Quiero dejar de pensar, quiero ser tuyo, quiero que me hagas olvidar. Quiero sentirme tan lleno de vos, que todo a mi alrededor deje de existir por un rato.

— Hecho.

Su pantalón fue quitado, las manos ajenas palmearon sus muslos ayudándolo a abrir sus piernas para que su entrada quede expuesta. Sintió la lengua abrirse paso entre su pliegue, obligándolo a cerrar los ojos ante la sensación tan placentera. Podía sentir como subía y bajaba, dibujando círculos alrededor de su entrada pero todavía sin adentrarse en ella. Se sintió como si estuvo horas jugando con él. Finalmente esa lengua juguetona entro en él. Arrancándole gemidos de placer, nunca le habían hecho el amor de aquella forma.

— Por favor, por favor Dam, necesito más.

Suavemente, con toda la lentitud del mundo, los dedos del contrario fueron abriéndose paso entre sus piernas. Cuando el cuarto dedo se metió en su interior encontró su próstata, su pija dolía y reclamaba atención. Ya no lo soportaba, necesitaba que entrara en él.

— Cógeme, cógeme... — sus palabras se convirtieron en incomprensibles cuando Dam lo penetro más fuerte con sus dedos. Se sintió vació cuando estos salieron de él pero rápidamente fueron reemplazaron por la punta de su miembro haciendo presión para entrar lentamente.

— Yo no voy a cogerte Matías, yo voy a hacerte el amor lentamente y de todas las formas posibles.

Damián abuso de él de la forma más suave y deliciosa que jamás lo había hecho. En todos los años que estuvo preso, el sexo con Lit era sucio, rápido para quitarse las ganas. Con él, se sentía tan irreal, era como si estuviera flotando con cada caricia, con cada beso. Podía sentir una y otra vez las contracciones de su miembro buscando llegar a liberarse pero no era suficiente. Cuando había intentado tocarse para complacerse Dam no lo dejo.

Perdió la noción del tiempo, no supo cuanto tiempo estuvo haciéndole el amor. No supo cuantas veces lo beso en la boca, el cuello y todos los rincones de su cuerpo. No supo cuando sus jadeos se convirtieron en gemidos y luego en sollozos desesperados buscando más.

— Por favor, ya no puedo...

LaFuente tampoco podía más, las embestidas se volvieron erráticas y veloces golpeando su próstata haciéndolo delirar del placer. Cuando Dam sintió que estaba por venirse bajo su mano y comenzó a masturbarlo. Ecko se vino instantáneamente. Dam ensimismado en busca de su propia liberación no noto esto y siguió masturbándolo haciendo llorar del placer, cuando se vino. Ecko obtuvo un nuevo orgasmo de cuerpo completo, sin semen, uno de los mejores que podías experimentar si te dejabas a merced de tu pareja.

Dam cayo rendido al costado de Ecko, todo el tiempo que estuvo preso jamás pudo practicar el sexo como a él le gustaba. Suave, lento y delirante.

— Yo, uff... — yo lo único que salió de la boca de Spallatti. Dam lo acerco contra su pecho y comenzó a acariciar su cuello. — Necesito saber quién sos Dam, para poder decidir.

— ¿Decidir que chiquito?

— Decidir si vale la pena seguirte, decidir si vale la pena amarte.

— Prometo que mañana hablamos, pero ahora necesitamos dormir. Después de dos orgasmos apenas podes tener los ojos abiertos.

— Está bien — dijo abrazándose aún más a Dam y quedándose profundamente dormido. 

Buenas, buenas

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Buenas, buenas... Les traje un regalo de navidad. ¿Preparadxs para lo que se viene? Te lo dedico especialmete a vos -Wacho-Infumable-, gracias por estar ahí insistiendo para que no me olvidé de esta historia ❤️.

PIOTRKÓW || Damlitcko [COMPLETA Y EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora