𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © Yeonbin

008

Como las primeras dos veces, Yeonjun se había pasado a su cama antes de que Soobin despertara.

El viernes había llegado, y sus ganas de pararse de la cama para ir a clases se habían ido. El teléfono del pelirosa vibró sobre la mesita de noche y un mensaje de WooYoung alumbró la pantalla.

"Hoy hay fiesta :D"

Muchas veces, los viernes significaban que los chicos de las casas de fraternidades organizaban una fiesta. WooYoung, Beomgyu y Yeonjun no solían perderse ninguna.

No hizo falta que el pelirosa contestara el mensaje de su amigo, pues ambos sabían que la respuesta era un "si". Se paró de su cama y caminó hasta el baño para lavarse los dientes.

Mientras tanto, la cama de Soobin rechinó cuando él peliazul se movió de posición, sentándose en esta y tallando sus ojos para despertar. Se sentía apenado por las cosas que le había dicho a Yeonjun en su pelea, como el hecho de que lo escuchó decir su nombre esa noche en el baño, o que le insistiera que le dijera que lo quería.

No supo si actuar como si él pelirosa no existiera o saludarlo como si nada. Aún que ninguna de las dos opciones le hacían sentir bien, por lo que decidió decir otra cosa.

—Perdón —Yeonjun, quien estaba aún lavando sus dientes y no lo había visto, giró su cabeza hacia la izquierda para ver que él peliazul se había despertado —. Ayer dije cosas que no debía de y...

—Tenemos planes para hoy —lo interrumpió después de escupir la pasta de dientes para continuar en limpiarse la boca con agua.

Le había hablado como si nada hubiera pasado anteriormente. ¿Acaso tenía memoria a corto plazo? Soobin sentía la necesidad de disculpase por, probablemente, haber incomodado anoche a Yeonjun.

Pero Soobin había sido interrumpido en medio de darle una disculpa y quizás una explicación de porque le alteró tanto.

Solo que Yeonjun tampoco quería sacar el tema de nuevo. No quería causar incomodidad de las cosas dichas esa noche. En su mente, era buena idea mejor no mencionar nada. Como "si no lo mencionamos, nada pasó." Aún que cierta incomodidad seguía en el aire.

Y Soobin, al ver que Yeonjun no le mencionó nada, prefiero que era mejor no sacar el tema y dejarlo para otro momento.

—¿Tenemos? —señalaba con el dedo a Yeonjun y a él mismo, seguidamente —. Lo siento, pero yo no dejo mi cuarto.

—Vamos a ir a una fiesta de los chicos de la fraternidad.

—Menos. —se negó el peliazul —. No gracias, ve tu.

Se metió al baño con el mayor para lavarse la boca de igual manera. Yeonjun ya había acabado pero se quedó ahí, listo para intentar convencer al menor.

—Vamos —un pequeño puchero salió de sus labios—. Será divertido. Te lo digo por experiencia.

—Para ti. —dijo como pudo el peliazul con el cepillo de dientes en la boca. —Te llevas con todos y es fácil para ti convivir con grandes grupos de personas.

A Soobin se le dificultaba estar cómodo en situaciones donde hubiera mucha gente, le ponía los nervios de punta.

Soobin terminó de lavarse la boca y salió del baño con Yeonjun persiguiéndolo.

—Si vas, te compraré lo que quieras de pan por un mes. —ofreció el mayor como intentó de soborno.

—No. —siguió negándose —. No hay manera en que me convenzas.