𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © Yeonbin

023

¡SMUT!

¡Nota: Este capítulo contiene smut, osea escenas explicitas! Recuerden que es solo ficción.

📂[Extension: 2,300 palabras]📂

—¿A-ahora? —río con nerviosismo.

Pero no veía ninguna facción en su cara que le indicara que se trataba de una broma.

Yeonjun no esperó más, se relamió los labios y los posó en los del peliazul, moviéndolos desesperadamente sobre estos. Su mano acariciaba por encima de la ropa la cintura de Soobin.

Un jadeo dejó la boca de ambos cuando sintieron sus lenguajes resbalar entre sí. Por instinto juntaron más sus cuerpos queriendo sentir cada centímetro del otro. La mano de Yeonjun fue por debajo de la camisa blanca de su novio, tocando con las yemas de sus dedos la suave piel de su estómago, dejando cosquilleos en este.

Dejó los labios de Soobin para ahora besar su segunda parte favorita de su cuerpo, su cuello. Ni se pregunten cuál era su primera parte favorita.

El peliazul no pudo evitar morder su labio al sentir los húmedos labios de Yeonjun recorrerlo por debajo de la mandíbula, lamiéndolo de vez en cuando. Se sentía tan bien que su entrepierna comenzó a palpitar y solo le tomó pegarse más al cuerpo del pelirosa para notar el bulto que se hacía entre sus piernas.

Sigilosamente, Yeonjun tomó el pliegue de la camisa del peliazul y comenzó a subirla poco a poco, dejando cada vez más piel al descubierto.

Terminó metiéndose entre sus piernas y como resultado de ir doblando poco a poco la camisa, terminó llegando hasta arriba y teniendo que separarse de el solo para sacársela por la cabeza, deshaciéndose de ella y dejando a la vista su torso desnudo.

No quiso quedarse atrás así que se deshizo de la suya igualmente, causando que la mirada de Soobin se perdiera como siempre en su abdomen.

—Oh...Yeonjun —gimió por lo bajo ante el tacto de sus pieles una vez que Yeonjun se inclinó hacia él nuevamente, tocando torso con torso.

Soobin llevó sus manos a la espalda de Yeonjun, recorriendo todo, queriendo sentirlo todo, mientras volvían a juntar sus labios bruscamente.

La posición hacia que sus pollas se rocen por encima de ropa, dejándolos tan complacidos pero a la vez desesperados por sentirse de la manera en la que deseaban. Bajó sus labios hasta las clavículas de Soobin, besando en ese punto y soltando quejidos por el continuo roce que ocasionaba la manera en la que movía sus caderas.

No era suficiente. Sus manos buscaron la cremallera de los pantalones de Soobin, bajándola como pudo y comenzó a remover estos fuera de él. El lo ayudó, levantando su cadera y sacando la prenda, dejándolo solo con su ropa interior blanca que era casi transparente ante la erección que tenía debajo de esta.