𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © Yeonbin

014

Minutos pasaron y Yeonjun aún seguía dentro de la habitación de audiciones.

Soobin lo esperaba entusiasmado en los sillones donde se encontraban sentados antes. Aún que no se pudo estar muy tranquilo, ya que el mismo chico que le había visto mal hace rato, lo miraba una que otra vez de reojo.

La complexión física del chico era tan masculina y de cierta manera, cuando miraba a Soobin, lo hacía sentir como si fuera una presa siendo asechada.

En la mente de Soobin ese chico solo lo estaba juzgando, siendo esta una de las grandes preocupaciones del peliazul. Le costaba no preocuparse de cómo lo vieran los otros. Sabía que el chico lo había visto, a él y a Yeonjun hace rato tomándose las manos, y sabía que esa era la razón de las miradas de asco que le lanzaba el extraño.

Involuntariamente, pierna empezó a moverse de arriba a bajo en una velocidad rápida, y sentía era devorado por la mirada del chico.

¿Por qué me ve así?

¿Me veo ridículo sentado de esta forma?

¿Es por qué me vio tomado de la mano con un chico?

Creo que solo una persona qué pasa por estas sensaciones de ansiedad podría entender a Soobin en esta situación.

Las dudas lo consumían, la preocupación, la fea sensación de nerviosismo sin sentido. Él siempre intentaba evadir situaciones en las que fuera el centro de atención, aún que fuera de una sola persona.

Hacía que su corazón se acelere con solo tener la idea de que alguien ahí notara su nerviosismo. Quería salir de ahí ya mismo.

Al ver a Yeonjun salir por la puerta, su corazón se calmó y se puso de pie para caminar hasta el pelirosa.

—¿Como te fue? —parpadeaba rápidamente esperando una repuesta positiva —. ¿Pasaste? ¿Te veré en la tele en un anuncio de pasta dental o...?

—Me dirán en unos días. —se alejaron de la puerta para dejar pasar al siguiente en la lista —. Pero creo que todo salió bastante bien.

Satisfecho con como había terminado su pequeña audición, Yeonjun volvió a los dormitorios con Soobin.

—¿Quieres pedir algo de comer? —el mayor estaba sentado en su cama, concentrado en la pantalla de su teléfono —. Hay 2x1 en pollo frito, uuh. —hizo un pequeño bailecito de hombros.

Soobin se rió ante la acción tierna de Yeonjun al hablar de comida, mientras el organizaba su escritorio el cual estaba algo sucio con papeles hechos bolita y sobras de grafito de sus lápices.

—¿Quieres pollo frito? —le siguió la conversación él peliazul.

—Si no quieres, podemos pedir otra cosa. —dijo rápidamente.

—No, no. —terminaba de limpiar su lugar de trabajo —. Pollo frito suena bien.

Soobin no lo vio, pero a Yeonjun festejaba a sus espaldas con los bailecitos de hombros nuevamente.

El teléfono de Soobin sonó con el timbre de llamada, lo que lo hizo mirar hacia su cama donde lo había dejado. Caminó hasta donde se encontraba y atendió la llamada.

Yeonjun seguía con la vista en su propio teléfono, mientras escogía su pedido de pollo.

"Uuh, está salsa. Agregar al pedido, obvio, está bien buena."

—¿Ahorita? —Soobin sonaba irritado. —Hueningkai, no puedo ahora. ¿Lo podemos dejar para otro día?

El pelirosa dejó de prestar atención a su pollo frito que tanto deseaba, para intentar escuchar la conversación por teléfono de Soobin.