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Como era de costumbre, Soobin solía despertarse temprano, incluso antes de que su despertador sonara marcando que eran las 8:00 am.

Se encontraba envuelto en las sábanas calientes, tan cómodo pero tristemente sabía que tenía que pararse y ponerse listo ya que hoy tenía sus primeros exámenes y quería estar seguro de estudiar un poco antes de irse a sus clases.

Intentó reincorporar su cuerpo hacia al frente pero no pudo. Yeonjun, quien había dormido con el, tenía sus brazos abrazando al peliazul por la cintura, impidiéndole moverse del abrazo en el que se encontraban.

—No te vayas... —se aferró a él mientras le hablaba recién despierto y aún adormilado —. Quedémonos así un rato más.

El pedido del pelirosa era tentador para Soobin. Como tenía tiempo suficiente para que aún fueran las ocho en punto, decidió escuchar a Yeonjun y se quedó con él por unos minutos más.

Se removió en su lugar, dándole la espalda al pelirosa, con este aún abrazándolo por la cintura. La posición le recordaba mucho al pelirosa de la noche en la que abrazó a Soobin para consolarlo y terminó con un bulto entre las piernas.

No pudo evitar reír con gracia por lo bajo, haciendo que su aliento chocará con la nuca del menor y este se preguntara a sí mismo de que se reía Yeonjun.

—¿De qué te ríes?

—Nada, un chiste interno. —dijo intentado evitar reír.

En ese momento una pregunta pasó por su mente; ¿Soobin habrá pensado alguna vez en mí mientras él se...?

—Oye...—dijo Yeonjun hablando con los labios pegados al hombro del peliazul —. ¿Te puedo preguntar algo?

—Mhm —murmuró en respuesta.

Yeonjun no sabía si después se arrepentiría por preguntón, pero enserio tenía curiosidad de saber que diría él peliazul.

—¿Alguna vez has pensando en mi mientras te... ya sabes que? —dejó salir de su boca.

Soobin abrió los ojos, sorprendido por la pregunta, y se paró enseguida de la cama sin importar que sus pies tocaran el piso frío.

—¿Por qué preguntas eso? Claro que no. —sus ojos viajaban por toda la habitación para evitar mirar al mayor.

Yeonjun solo asentía mientras lo veía desde la cama, sin creer en sus palabras porque el enrojecimiento en las mejillas del peliazul eran la respuesta clara de la verdad.

—Somos novios —Yeonjun se sentó en la orilla —, no deberías tener pena para decir que si lo has hecho.

Los pies de Soobin no soportaron más el tacto con el frío del piso y se puso sus sandalias que estaban a lado de la cama.

—V-voy a cambiarme. —evadió la pregunta, pero Yeonjun ya estaba satisfecho pues el no contestarle era la mejor respuesta de un "si".

Soobin se acercó a su armario, de donde sacó su ropa bien doblada y se la llevó al baño. Se metió a este, sin cerrar la puerta, solo emparejándola y cambiándose detrás de ella. Yeonjun optó por ponerse de pie y se dio cuenta que, en definitiva, esa mañana estaba haciendo un frío insoportable. También tomó su ropa y se comenzó a cambiar.

Cuando el peliazul terminó, se lavó los dientes y mojó su cara para ayudarlo a despertarse por completo, pero terminó congelado por que al igual que todo lo demás, el agua se encontraba fría gracias al clima del invierno.

Salió del baño, encontrándose a Yeonjun terminando de vestirse, colocándose un abrigo y bufanda. El pelirosa pasó al baño y se lavó los dientes de igual manera, mientras que Soobin se ponía un abrigo y guardaba las cosas en su bolso.

𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora