𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © Yeonbin

019

Tardaron más de lo que esperaban en decidir a donde ir a cenar. Soobin le había dicho que podían ir a comer ramen, porque sabía que era la comida favorita del pelirosa, pero Yeonjun seguía insistiendo que quería ir a la cafetería a la que Soobin tanto le gustaba.

—Se supone que tenemos que comer algo que a ti te guste. —jalaba del brazo al mayor haciéndose el molesto.

—Entonces mejor nos quedamos aquí toda la noche y te como a ti. —le gustaba hacer comentarios que tomaran desprevenido al peliazul, era muy entretenido para el ver su reacción.

Con sus mejillas tornadas color carmesí, le dio un empujóncito en el pecho al mayor. Yeonjun siempre solía decir cualquier cosa tentadora que pasara por su cabeza, haciendo que Soobin se pusiera nervioso y no lo pudiera ver ni a los ojos.

—Ya, hablando enserio, vamos a la pastelería. —seguía insistiendo.

El peliazul abrió la boca para reprochar pero Yeonjun lo interrumpió.

—No quiero un "no" como respuesta.

La verdad es que si tenía altas ganas de un pedazo de postre para su estómago vacío, aparte no sería una celebración sin un pastel o algo dulce en su boca. Soobin ya no dijo nada más y aceptó la decisión de su novio.

—Por cierto —el mayor llamó su atención cuando Soobin se fue a buscar otra ropa que ponerse —¿y la bufanda que te presté?

El menor se congeló en su lugar, mientras apretaba sus labios y cerraba los ojos. Había ocurrido un pequeño accidente en su hora libre en la que se terminaba su chocolate caliente.

—Si, sobre eso... —se volteó a ver al pelirosa con una sonrisa nerviosa y juntados sus manos por enfrente de su regazo —, estaba tomando chocolate caliente y puede que por accidente se me haya.... —achicó los ojos —. caído un poco de él en la... bufanda.

Soobin rebuscó entre su cajón donde había guardado la prenda, sacando esta con una notable mancha chocolatada.

—No la escondí. —negaba con sus manos y después se quedó pensando —. Bueno si, pero era para lavarla más al rato.

El corazón de Yeonjun cayó al piso al ver la mancha en una de sus bufandas favoritas. ¿Por qué justamente tenía que ser blanca? Aun que su cara no mostraba enojo ni nada por el estilo, el menor aun seguía avergonzado y continuo sintiéndose mal por no ser lo suficientemente cuidadoso.

—Lo siento —dijo por lo bajo —. Me pediste que la cuidara bien y así fue como la dejé.

Le extendió la tela blanca al mismo tiempo que se agachaba en una pequeña reverencia como disculpa. El mayor lo vio por unos segundos con los ojos bien abiertos al ver que realmente lo sentía.

—Oye —tomó su bufanda de vuelta y levantó el mentón de Soobin para que este lo viera a los ojos —. No pasa nada, es solo una bufanda. Podrías arruinar todo lo mío y aun así no te dejaría de querer.

Sintió sus palabras tan cálidas y a la vez le provocaron un cosquilleo. Yeonjun terminó plantado un beso en sus labios, el cual se suponía sería corto, pero no se despegó y los movió por más tiempo.

—Deja me cambio y podemos irnos. —dijo Soobin al separarse.

Este se fue hacia su lado del cuarto para tomar su ropa del armario. El pelirosa se dio la vuelta y observó la mancha de chocolate en su bufanda favorita.