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¿Y si llamaba su nombre? No. Sonaría como si estuviera buscando a un perrito.

A lo lejos vió a Hyunjin, quien hablaba con otros dos chicos. Al principio no se quizo acercar a hablar con él por que, a decir verdad, sus celos lo habían consumido cuando lo vio hablando con Soobin, pero cabía posibilidad de que el rubio lo haya visto o supiera en donde estaba.

—Hyunjin —llamó a su nombre una vez que llegó a ellos. —Hola, chicos.

Saludo de rápido a los otros dos y volvió a mirar solo a Hyunjin. No quería tenerle celos, pero es que el tipo era realmente guapo y carismático. No había duda porque Soobin reía tanto con el.

—Yeonjun, ¿Qué pasó? —dijo relajado mientras le daba un trago a su cerveza.

—¿Has visto a Soobin? —fue directo al punto.

Hyunjin se rascó la sien intentando recordar si se lo había topado. Yeonjun lo veía y sentía que tomaba años para que el rubio respondiera.

—Mmm, no. —negó con la cabeza —. No lo he visto desde hace rato. Pero oye, si lo ves, dile que me llame cuando quiera.

Cuando Hyunjin y Soobin estaban platicando en los sillones de arriba, el rubio le dio su número a Soobin para que pudieran salir luego. A pesar de que para Soobin se veían como intenciones de formar una amistad, para Hyunjin era más como darle su número a alguien que se le hizo atractivo.

—Eh... si —no le dio importancia a sus palabras pues sabía que de todas maneras no lo iba a hacer.

Le dio una palmada en el hombro y se alejó de ellos.

Pensaba que quizás sería fácil encontrarlo, pero no parecía así, pues busco en cada rincón del primer piso y no lo encontró. Tampoco podía llamarlo porque su teléfono se había descargado, ya que tan solo lo había llevado con 17% de batería.

Volvió a subir al segundo piso, quizás ahí lo encontraría. Tuvo una mejor opción, cuando vio a WooYoung sentado en un sillón con una chica con la que parecía salía de vez en cuando.

—Lamentó interrumpir —Yeonjun se acercó a ellos con un tono divertido —. ¿Has visto donde se a metido Soobin?

—Se fue hace un rato. Dijo que se sentía algo mal y cansado. —pasó su brazo por los hombros de la chica —. Pero oye, ¿que tú no estabas con Lea?

¿Cansado? ¿Se sentía mal? Yeonjun recordó que Soobin casi siempre solía estar en su computadora haciendo alguna clase de trabajo o preparándose para los exámenes. Probablemente por eso estaba así.

—Surgió algo —se refirió acerca de la mencionada —. Bueno, ustedes sigan con lo suyo. —se alejó mostrándole los dos pulgares arriba.

Ahora se sentía tan desinteresado en aquella fiesta, que solo pensó en cuanto quería volver al dormitorio, y si es que Soobin se sentía mal, ir a verlo y cuidar de él.

Y ahí iban esos instintos de que tenía que cuidar del peliazul. Fueron tan fuertes que no dudo en irse de la fiesta para volver al dormitorio con Soobin.

El peliazul se encontraba en su cama, apoyado en la cabecera y con su laptop en las piernas. Con el cuarto a oscuras, pero la luz de afuera de la ventana y de la pantalla ya le alumbraban lo suficiente.

Quería concentrarse en el trabajo de software que tenía pendiente, pero le era casi imposible al pensar que Yeonjun se había quedado en la fiesta con una chica demasiado linda y que por las palabras de Beomgyu, aparentemente le gustaba.

No lo iba a negar, estaba algo triste y decepcionado de él mismo. Se había dejado llevar por el momento y había terminado permitiendo a Yeonjun probarlo, cuando el pelirosa gustaba de otra chica.

𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora