𝗧𝗲𝗮𝗿𝘀 © Yeonbin

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El peliazul se removió en la cama, comenzando a abrir los ojos y viendo que ya había luz entrando por la ventana.

Su cuerpo chocó con la espalda desnuda de Yeonjun debajo de las sábanas. Después de lo que habían hecho la noche anterior, se habían quedado dormidos después de asegurarse de estar limpios.

—Soobin —murmuró adormilado el pelirosa a su lado.

Quien se movió al decir su nombre, buscándolo con su mano. Cuando sintió su cuerpo a lado de él, se dio la vuelta y sin abrir los ojos aún, se acomodó en el pecho del peliazul, por encima de él.

—¿Qué hora es? —le preguntó.

Soobin volteó a ver hacia su mesa de noche donde tenía su despertador, el cual marcaba las 8:43 am.

—Tarde —al escuchar su respuesta, Yeonjun supo que el peliazul querría levantarse para prepararse, por lo que se aferró más a él.

Como si fuera un intento de soborno para mantenerlo más tiempo en la cama con el, llevó sus labios al cuello de su novio, comenzando a dejarle besitos cortos y tibios por este. No lo podía ver, pero Soobin sonreía hacia el techo de la habitación con tanta felicidad.

—¿Por qué te gusta besar tanto mi cuello? —preguntó con intriga.

—Porque puedo ver cuanto te gusta que lo haga.

Aprovechó que Yeonjun se separó un poco de él y se reincorporó para quedar sentado en su lugar y poder pararse y prepararse para su clase. En el momento en el que se sentó, sintió un dolor que le provocó hiciera una mueca.

—¿Qué pasa? —Yeonjun miraba su expresión de lado y evitaba reír —. ¿Acaso te duele el an...?

—¡No! —lo miró ofendido.

Si le dolía su entrada, pero su orgullo no le permitía admitirlo. A pesar de que el se había controlado intentado no lastimar al mayor durante la noche anterior, al parecer no fue lo mismo para este, quien no tuvo mucho tacto y fue más brusco con sus embestidas.

—Hoy andas con que te duele, pero ayer andabas que querías más y...

—No me duele. —negaba repetidamente.

Como pudo, se retorció en su lugar y gateó hasta el otro extremo de la cama para bajar de esta, solo que como no traía nada puesto, se llevó con él la única sábana que compartían ambos para tapar su cuerpo desnudo, dejando a Yeonjun en la cama destapado.

—¡Hey! —como instinto se reincorporó, quedando sentado en la orilla.

No porque le diera pena estar desnudo, pero porque hacía demasiado frió como para que lo dejara destapado.

Estiró su brazo y tomó la sábana, evitando que Soobin se fuera con ella. Jalando de esta para tráelo de regreso a la orilla de la cama. Lo dejó parado frente a él, y se tapaba con la tela arrugada. Yeonjun se la quitó de encima y la dejó caer en el suelo, dejando ver su hermoso cuerpo.

—No te tapes, me gusta poder verte así. —como Soobin estaba parado y él sentado, tenía a la altura su abdomen, donde dejó un beso antes de parase y tomarlo por la cintura.

Le dio la vuelta, para que quedara de espaldas a él y lo fue empujando hacia el baño con las manos aún en su cintura.

—¿Qué haces?