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TRIGGER WARNING:

este capítulo incluye
contenido sexual de
carácter homosexual,
favor no hacer
comentarios morbosos y
abstenerse de
expresar disgusto, gracias.★
música recomendada:
money - the drumbs
dernière danse - indila
jealousy, jealousy - olivia rodrigo.
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El pequeño Innie se percató de la sonrisa que traía su madre aquella noche, habían pasado unos cuantos días desde que los Hwang se habían quedado a dormir en su pequeña casa y todo el ambiente era más alegre. Supuso que la felicidad repentina de su progenitora se debía a que Joohyun, y su hijo, irían a cenar.

— Mamá, ¿Qué cocinas?

— Sopa de tomate, te gustaba mucho de pequeño.

— Oh...

Jeongin estaba algo aturdido, la información de golpe le desagradaba y sinceramente eso debió haber sido cuando era muuy pequeño.
No pasó más de media hora cuando tuvo que ir a pasitos rápidos a abrir la puerta, donde se encontró con su psiquiatra y su... No sabía si llamarlo amigo, tal vez conocido rozando tal palabra, ¡Persona que le agradaba-detestaba-intimidaba!

— Hola, Jeongin ¿Qué tal has estado? Me contaron que pudiste irte con Hyunjin a tu casa.

El mencionado se hizo a un lado para que pasasen mientras asentía feliz, su cabeza se movía de arriba a abajo con emoción.

— Sip, él puso bastante de su parte pero a decir verdad es bastante sospechoso.

— Soy buena persona, es todo, niño llorón.

Hyunjin le otorgó una sonrisa ladina a las -y el- presente, haciendo un movimiento para acercarse al más pequeño siendo rápidamente rechazado por un paso atrás que dió éste.

— No parece ser que entiendas que necesito espacio. — Pudo decir con valentía, era tan contrariado a lo que pasaba cuando estaba solo, que ni una mirada podía dirigirle sin voltear ágilmente.

La situación pasó desapercibida tras el llamado de Sooyoung, quien sonrió con felicidad al ver a su amiga.

— ¡Joo! Qué gusto verte, ¿Qué tal todo en tu casa? ¿Tu marido está bien?

— Tranquilo, como siempre. Él está de maravilla.

La alianza entre mujeres era algo que Sooyoung adoraba, si Bae quería que su hijo no se enterase del daño que le hacía su cónyuge, habría de aceptarlo, de todas maneras las cosas no se podían mantener ocultas tanto tiempo. Se comportó como si nada ante la atenta mirada de ambos varones, quienes yacían sentados en sus respectivos asientos a la espera de su plato de comida.

Le había echado un poco de cilantro para intensificar, darle su toque al sabor y que su pequeño lo disfrutase, junto a los otros presentes.

— Innie, ¿Has hablado con tu hermano? — Preguntó Joohyun.

— ¡Sip! Está bien y me felicitó por mi esfuerzo, que vendría para navidad.

— Faltan sólo unos meses, asegúrate de darle mucho cariño cuando vuelva.

— ¿Tienes un hermano, Jeongin? — El aludido asintió.

— Ajam, pero vive con su novia-prometida en otra ciudad, se fue cuando cumplió la mayoría de edad. — Respondió con más detalles la madre de quien se hablaba. — ¿No te gusta alguna chica, Hyunjin?

— Estoy saliendo con una, pero estoy más centrado en terminar mi año escolar.

¿Saliendo? Eso captó la atención del chico Yang, quien oía mientras comía. Su corazón revoloteó ante la idea de que una compañera suya le dijera Me gustas.

— ¿Desde cuándo sales con alguien? — Preguntó sin más el que se encontraba sumergido en sus pensamientos.

— No es nada serio, Jeongin, no llevamos más de dos semanas.

¿Por qué él no era capaz de sentir eso?

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Todo había sido un éxito, tanto que otra vez había nacido la idea de quedarse a dormir por miedo. Sin embargo, Hyunjin sí fue a su casa porque quería estar con su papá, tal vez tomar unas cervezas o ver algo en la televisión, quién sabe.
Por otro lado, estaban Joohyun o Sooyoung riéndose un montón, las anécdotas que ambas contaban las llenaban y olvidaban sus preocupaciones.

— Qué linda eres. — Soltó de repente la mayor de ambas, Irene.

— Gracias, no me considero así. Soy bastante promedio ¿sabes? — Carcajeó nuevamente.

— Sooyoung, gracias por apoyarme, de verdad. Me sentía tan perdida, pero saber que tengo un hombro donde llorar me alivia tanto, saber que tengo apoyo lo hace. He vivido tan atormentada teniendo que servir al resto, me perdí a mí y contigo tengo compañía mientras me encuentro nuevamente.

La única respuesta que recibió fue un beso, uno cálido y tranquilo, no había prisa, ambas extremidades superiores en su cintura y un corazón alegre. El chasquido de los labios pronto se presentó y la intensidad también, pero el respeto no desaparecía. Era palpable ese sentimiento de tranquilidad cuando de pronto la de rasgos más definidos - Joohyun, siendo más concretos - descendió hasta el blanquecino cuello ajeno, sacándole un jadeo a la contraria.

— No sé hacer esto, la joderé si continuamos — Habló luego de unos minutos mientras escuchaba la respiración agitada de su acompañante.

— Jodámosla juntas, somos jóvenes aún, luego pensamos en las consecuencias.

Fueron las últimas palabras antes de que el cuarto se inundase en gemidos acallados para no importunar al chico que dormía en una habitación más alejada, todo con besos. La lubricación natural no tardó en ambas; el choque en sus pieles, entrepiernas y toques tan excitantes, las hacían mojar, desbordando un orgasmo mental, si es que eso era posible.
Mierda, no era correcto, estaba casada, el hombre que la amaba la esperaba en casa, era infidelidad, pero ¿No era incorrecto golpear a tu mujer también? ¿No era incorrecto abusar de su debilidad, fragilidad y aprovecharte de tu mando y situación familiar? Eso era incorrecto también, ella no hacía infeliz a nadie simplemente escapando de aquel chico con un agujero en el pecho.

Gimió bajo al sentir un dedo dentro de ella, mientras su clítoris era estimulado por la lengua de su menor, de pronto ambas estaban desnudas con sus intimidades lubricadas, necesitadas de ese exhaustante placer en todo el cuerpo.
Había algo distinto en sus caricias, no se sentían forzadas y generaban la idea de que el orgasmo estaría cerca.

Irene no se contuvo más y después de verificar la lubricación contraria, metió dos dedos de golpe con sincera vergüenza, sacándole un inevitable gemido a su amante, entonces metió otro más en su vagina y movió los tres a la par mientras amasaba sus pechos, nunca había visto la anatomía femenina de tal manera. Era sensual, le daba seguridad y era tan cómodo, de a poco las dos descubrían zonas erógenas de la otra.

— Joohyun... — Tartamudeó algo sorprendida por su actitud, era tan placentero para Sooyoung estar mordiendo su labio, agitada, con sus pechos rebotando por la desesperación y debajo de la ajena. No había dominante, no se sometían a roles estúpidos y les encantaba.
Pronto Bae bajó la su lengua hasta su clitorís, con los jadeos adversos y pequeños gemidos ahogados. Lamió sus labios vaginales, explorando toda su vulva y la estimulada creyó que no podía estar más en el cielo. Incluso pudo volver a nacer cuando obtuvo su merecido orgasmo en el rostro contrario, acompañado de, otro, gemido acallado.

Siguieron así varias horas, con caricias, susurros, ambas se corrieron varias veces y no podían sentirse mejor. Amaban lo que la otra les hacía sentir y simplemente deseaban estar así para siempre, lo anhelaban.

El escape de la realidad que Joohyun tanto buscaba, lo obtuvo, ahora debía enfrentarla para quedarse ahí.

ᦒ ¡mantén distancia! ૪  hyunin   ˊᯅˋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora