ᦒ ¡mantén distancia! ૪ hyunin ˊᯅˋ

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TRIGGER WARNING.
este capítulo contiene violencia
machista y lenguaje misógino.
desde ya aclaro que moralmente
NO apoyo estas conductas,
es únicamente ficción y aportes
al desarrollo.
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La señora Hwang había salido, le dijo a su hijo que se quedase junto a Jeongin y su madre; que volvería pronto.

- Jeongin. - El aludido se sorprendió y sintió un nudo en su garganta producto de algo de ansiedad, si bien era controlable el nerviosismo a la hora de interactuar con Hyunjin seguía ahí, el miedo era bastante, pero su mami estaba en la casa ¿no? ¿ella estaba ahí?
A la mierda. No pudo responder así que sólo hizo un ademán para que el contrario siguiese hablando.

- ¿Crees que ellos estén discutiendo? - El otro negó, pero no logró tranquilizar el corazoncito de pollo del alto. No quería que discutiesen, eran sus padres y les quería juntos, para siempre.

El pequeño se sentía realmente agobiado en ese ambiente, ahora sólo había una mujer en la casa que ni siquiera se encontraba en el mismo ambiente. Quería llorar y gritar, ¡Por supuesto que soportaba la presencia masculina! Pero con su mami cuidándolo...

- No te preocupes - Tartamudeó.- Ellos estarán bien...

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Sus lágrimas descendían, se sentía seca y su cuerpo dolía, estaba llena de marcas, sus piernas flaqueaban. Tenía su corazón en la mente, esa mente que portaba el cuerpo roto y era testigo de su alma quebrantándose tras los gritos, golpes, su cabello siendo jalado.

- Eres una puta ¿no? ¿te gusta que te haga así? - dio una palmada fuerte que impactó contra su mejilla mientras sonreía con sadismo, la mujer sólo negó con su rostro rojo y sus ojos hinchados. Debía mantener la calma, estaba ahí por su hijo. - Eres una asquerosa vagina mediocre, ¿Dónde estabas?

- Yo... - Apenas pudo pronunciar, no quería decir nada. Temía que involucrase a la pequeña familia de la fémina con la que interactuaba más frecuentemente desde hacía unos días. Era algo entre su marido y ella, ella cometió el error, ella lo solucionaría y se disculparía. - es... estaba donde un paciente.

A él no le importaba, por supuesto que no, no le importaba si se trataba de trabajo. Su mente siempre dirigía a que otro pene la estaba satisfaciendo, siempre era lo mismo y seguía ahí, seguía ahí apesar de todo porque no quería ver mal a su pequeño. No quería ver mal a Hyunjin.

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- ¿Alguna vez tus padres pelearon?

- ¿Por qué me estás hablando tanto...? - Jeongin estaba desconcertado y algo irritado, su madre ni se asomaba por la sala de estar, aunque sea para verificar si estaba bien, estaba demasiado paralizado como para salir de ahí.

- Lo siento.

Se mantuvieron en silencio unos minutos más, era cierto que ambos eran muy distintos: uno quería tener el poder y dominar a todo lo que se cruzase, mientras el otro necesitaba su espacio, necesitaba distancia.

- No tengo memoria de haber conocido algo como un padre. - Habló finalmente Innie, su cabeza parecía algo confundida ante la idea ¿Una figura paterna? No recordaba, no podía.

- Entiendo... mi padre cuando era pequeño siempre me abrazaba, decía que era muy lindo y jugábamos a las escondidas él siempre me atrapaba, no me dejaba ir. También me dijo que ningún hombre era como él, ¡Y tiene razón! Él es mejor que todos.

Su cerebro se detuvo.

Sintió manos recorriendo su cuerpo aún con Hyunjin a debida distancia, pudo escuchar gritos, esos ojos oscuros le penetraron y su cabeza dolía. El odio, la rabia, la pena, el llanto, la ansiedad, las pesadillas, aquellas noches... Todos los sentimientos, sucesos y reacciones se mezclaron. No entendía qué pasaba, todo era borroso y pasaba en flash, ni siquiera era comprensible.
¡Mierda! Sintió tanto miedo en ese momento, tenía a Hwang Hyunjin mirándole con el ceño fruncido.

- No te asustes, estoy aquí.

¿Aquí?

¡Oh!

Su madre estaba ahí, sosteniéndolo con cuidado y calma.

- Él... - Tartamudeó el pequeño con un miedo que sobrepasaba los límites correctos.

- ¿Él quién? ¿Hyunjin? ¿Él hizo algo, bebé?

La conversación fue interrumpida por el toque desesperado de la puerta, haciendo que la mujer se alejase un poco para abrirla. Encontrándose con la desgarradora imagen de la madre Hyunjin con su rostro herido, sus ojitos hinchados y su labio roto, pero aún así... Ella estaba con una sonrisa, una extremadamente radiante, una que hizo el alma de la señora adversa elevarse pero a la vez quebrantarse en preocupación, desmoronándose al no poder sacar sus ojos de su rostro mientras le observaba con pena, mucha pena.

Por otro lado Jeongin temblaba todavía un poco e intentaba evadir la mirada de Hyunjin; estaba intimidado.

- Siento demorar, tuve problemas, me caí en la acera y... - Su palabra se vio interrumpida al ver detrás de la fémina, sintió cómo su voz quebraba cuando su hijo le miraba con molestia; con crítica. ¿Era que sabía que había peleado con su padre y le culpaba internamente de ello?

- No importa, ven. Curaré tus heridas. Innie, amor, sube a tu habitación.

Pasó el rato, Jeongin estaba más tranquilo y Hyunjin aún parecía molesto.

Hijo, tu madre inició una discusión y se golpeó para inculparme, no le hagas caso a nada de lo que te diga.

Demonios, eso sonaba muy poco creíble pero... era su padre después de todo y amaba a su mami, ¿Por qué haría algo para perjudicarla?

Sooyoung, mamá de Jeongin, por supuesto no pensaba lo mismo al ver los daños y lágrimas de su nueva amiga.

- ¿Qué le ocurrió? Luce muy mal.

- Tuve unos pequeños problemas con mi marido y por el apuro de salir de la casa me caí, es todo. - Sonrío forzosamente luego de asegurar lo contado Joohyun, progenitora de Hyunjin y psicoterapeuta del pequeño Innie.

No muy convencida y habiendo finalizado el cuidado respectivo a las heridas, la observó, y se sintió maravillada: una piel pálida, con ciertos rastros de arrugas, que parecían perfectamente posicionadas, ojos grandes y redondeados pero con un bonito color avellana, una nariz perfecta y pequeña, junto a unos labios rosados, pequeños y acorazonados.

- Discúlpeme el atrevimiento, en serio - Se alejó un poco al percatarse del trance ajeno - pero no creo poder volver a mi casa esta noche, ¿Me puede facilitar hospitalidad al menos hoy?

- Claro, pero no creo que deba ser tan formal, hay confianza ¿no?

- Entonces no me trates de usted. - Ambas rieron tras la situación que resultó algo tonta, pero divertida. Habían dado un nuevo paso.

Si bien hubieron varias complicaciones con Hyunjin, llegaron a un acuerdo: él dormiría en el sofá y su mamá en la habitación de Jeongin, para mantener calma en el pequeño de igual manera. Aún así... tendría que volver en algún momento ¿no?