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Hyunjin por supuesto no diría nada, pero parecía que todas estaban más guapas que de costumbre... Eso incluía a Jeongin.
Incluso por algún momento él, tal vez y sólo tal vez, habría imaginado a ese chico en una situación tierna, íntima, como lo era un beso. ¡No malinterpreten! No con él, sólo de forma hipotética con un tercero... sip.

- ¿Qué te interesa para tu futuro, Yang?

- ¡Quiero ser profesor! - El menor denotaba brillito en sus orbes, con una sonrisa ilusionada y con emoción. - Amo a los niños. De hecho, son parte de mi motivación para seguir con el tratamiento. Verlos felices cuando aprenden algo nuevo, o cuando hacen preguntitas.

- Con que te gustan los niños, eh.

El corazón de todas las presentes se ablandó, les gustaba demasiado ver a su pequeño Innie emocionado por algo o siquiera logrando abrirse con alguien más allá de su círculo, especialmente si se trataba de un varón.
La tarde pasó demasiado rápido, a los pocos minutos después de que el joven llegase a la casa de los Yang, se presentó la madre de éste por ahí. Vestía formalmente como solía hacer, junto a un leve de maquillaje, sin exagerar en tal aspecto.
Ya se encontraban entre todas (y todos) preparando la cena, madre e hijo habían sido invitados a comer ahí aquella noche, cosa que la mujer aceptó gustosa, mas ignorando totalmente la mirada de su hijo y que alguien ya la esperaba en casa. El hogar de la pequeña familia de Jeongin se fue vaciando con el rato, primero se fue Heejin y seguido de ella Nayeon. Al final sólo estaban ambos hombres sentados en distintos sofás, alejados el uno del otro, mientras sus madres estaban terminando de asear.

- Ha sido una gran tarde, me alegra mucho ver a mi hijo así de feliz.

- A mí también, es mi paciente estrella. - Río. - Aunque me preocupa su reacción cuando lleguemos a la base de la fobia.

- Debe ser muy feo como para que ni yo pueda saberlo ¿no? - Cuestionó la progenitora de Jeongin con notable preocupación en sus ojos.

- No, el problema es que al Jeongin no saberlo y ser un caso tan serio, ni siquiera yo tengo idea de la causa.

- ¿Ni siquiera da síntomas o algún indicio de la respuesta?

- Para nada, señora, lo lamento mucho. Su hijo necesitará mucho más tiempo e interacción, la terapia de exposición es funcional, mas tendrá que ir subiendo de grado con el tiempo. - Ambas se quedaron en silencio, mientras la progenitora del paciente sentía su corazón derrumbarse.
Si tan solo hubiese escuchado a su hijo aquella tarde, si no hubiese salido, tal vez tendría una pista de sus preocupaciones y aquello que le carcome desde tan pequeño. Se sentía inútil e insuficiente, estaba sola y cegada por las preocupaciones de la maternidad, no tenía con quien hablar, ¡Estaba atrapada!

- ¿Sucede algo? - Cuestionó la mujer a su lado, quien notó su semblante sombrío.

- ¿Se ha sentido sola alguna vez? - Recibió un asentimiento - Entonces me alegra saber que no soy la única. Por favor cuide de mi hijo, es mi vida entera y me duele mucho verlo así.

- Debería preocuparse más por usted misma.

La charla fue interrumpida por el único hijo de los Hwang.

- Mamá... Papá está diciendo que es hora de volver y se escucha bastante molesto.

Oh, oh.

♀️

en serio siento hacer tan extenso el tema de las madres y dejar con la intriga, no tengo fines de aplazar la relación entre los protagonistas,, pero es necesario para su desarrollo.

ᦒ ¡mantén distancia! ૪  hyunin   ˊᯅˋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora