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-Necesitamos encontrar una manera de que acepte hablar con nosotros- golpeó con fuerza la mesa del comedor del más bajo, dramatizando su punto.

-No creo que sea sencillo acercarnos a él ahora, menos porque pasado mañana comienzan los exámenes- mencionó Sekijiro, el único que parecía estar lo suficientemente cuerdo en estos momentos. Él simplemente suspiró para sus adentros.

Habían pasado dos días desde que tuvo aquella agresiva plática con el chico de lentes, desde entonces les fue imposible volver a acercarse al chico, quien ahora parecía refugiarse junto al moreno entre su par de amigos, quienes, a pesar de lo tranquilos que podían ser, eran bastante firmes si se trataba de ayudar a sus amigos.

Ellos realmente estaban rodeados de personas que los apreciaban mucho.

Ahora se encontraban una vez más en su departamento, estudiando un poco mientras ideaban algún plan para arreglar todo. En ocasiones se debatía si rendirse o seguir intentándolo.

-Si algo es seguro es que no va a hablar con Shō otra vez- dijo Oboro, sacándolo de sus pensamientos -Estoy seguro de que lo apuñalará en el momento en que lo vuelva a intentar- agregó mientras tomaba una de las frituras que habían comprado.

-Gracias por tu apoyo- respondió, consiguiendo que su amigo le guiñara el ojo en respuesta.

-Sin embargo, Shirakumo tiene un punto- coincidió Kan -Sasaki no va a querer que Aizawa se le acerque, y si vamos a esas, entonces lo mejor es que tampoco Yamada lo intente-.

-Why me? - gritó escandalizado el rubio, indignado por las palabras del más alto.

- ¿Olvidaste que Sasaki te odia? - preguntó Nerumi con cierta burla en su voz -La vez que salimos con ellos estuvo por matarte muchas veces de no ser porque Yagi se quedó con él- se recargó en su asiento cruzando los brazos, las opciones que tenían eran pocas.

-En eso tiene razón Nerumi- agregó por primera vez a la conversación el pelinegro -Mirai va a estar más a la defensiva si él o yo vamos a hablar a solas con él, no funcionará- los cuatro chicos suspiraron rendidos. Estaban en un laberinto sin salida.

- ¿Y si tomamos ventaja de eso? - dijo tras unos minutos en silencio el de cabellera plateada, llamando la atención de todos.

- ¿A qué te refieres? - preguntó confundido.

-Es decir, podemos usar a Yamada como distracción para que podamos hablar con él. Kayama y yo podemos intervenir después para tratar de convencerlo de hablar nuevamente contigo y conseguir que nos ayude- explicó.

-Entonces mañana sería la única oportunidad que tendríamos para intentarlo- concordó el pelinegro.

- ¿Qué pasa si se niega? Podría ser contraproducente que Hizashi sea el primero con el que hable- preguntó la chica, pensando un poco las cosas.

- ¿Qué tal si van todos juntos a hablar con él? - sugirió el de cabellera de nube -Hizashi puede distraerlo y provocarlo cada vez que intente negarse, digo, les funcionó la vez de la salida-.

-Entonces que Oboro venga con nosotros- todos los chicos voltearon a ver sorprendidos a la chica -Él es mejor para controlar a Hizashi que Sekijiro o yo, lo que menos queremos es alterarlo de más-.

-No creo que sea buena idea- se negó un poco asustado -Soy en parte culpable de que todo acabara así, si me ve estoy seguro de que se va a enfurecer más de lo que lo hará con Hizashi-.

-Sasaki no es tan irracional- objetó la chica -Menos cuando se trata de Yagi, es más cuidadoso con lo que hace. Si a alguien está culpando es por completo a Shōta-.

ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora