Capítulo 13

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Caminé hacia el centro de la habitación soltándome de su mano. Allí había una enorme cama de cuatro postes, de hierro. El cabecero de la cama era una enredadera que subía por los cuatro postes de la cama. A cada lado de la cama había una mesita de noche y a los pies de la cama había otra mesita, en la cual había una mochila. Era una habitación sencilla, solamente con lo básico, sin embargo, era bastante espaciosa. Deslicé mi mano por el borde de la cama, sintiendo el satén de color rojo vino debajo de mis dedos.

Me giré hacia atrás para ver a Cassey recostado casualmente a la puerta de la habitación. Tenía los brazos cruzados sobre su pecho y me miraba, ¿con curiosidad?

—Me gusta ese vestido que traes puesto. —me dijo mientras caminaba en mi dirección.

Me quedé allí congelada mientras él llegaba donde yo estaba. Alcé la mirada para encontrarme con la de él.

— ¿Me dejarás vendarte los ojos?

—Ya lo has hecho una vez, no veo porque no. —le dije sonriéndole.

— ¿Puedo? —dijo mientras colocaba sus manos en mi cintura y me subía un poco el vestido.

—Es todo tuyo.

Cassey enredó el vestido en sus manos y sin apartar la mirada de mi fue subiendo el vestido por mi cuerpo hasta sacármelo por la cabeza y colocarlo doblado a los pies de la cama junto a la mochila.

—Pero me gustas más sin el vestido. —me susurró en el oído.

Coloqué una mano en su pecho y me le quedé mirando fijamente.

— ¿Puedo? —le dije mientras deslizaba la mano hacia abajo hasta sus jeans.

Él no me contestó, solamente me sonrió.

Así que aproveché la oportunidad.

Sabía que era afortunada.

¿Cuánto no daría cualquier mujer de las que estaban allá abajo por estar aquí y desvestir a Cassey Walker el día de su cumpleaños?

Subí ambas manos por el centro de su torso y fui zafando los botones uno a uno. Los zafaba con mucha calma mientras me perdía en su mirada. Sus ojos verdes traspasaban los míos, queriendo penetrar en mi mente. A medida que zafaba un botón subía mis manos hacia el próximo y dejaba que mis dedos meñiques arañaran su piel. Cuando llegué al último, deslicé la camisa por sus anchos hombros y la coloqué doblada junto a mi vestido.

—Ven. —me dijo tendiéndome la mano.

Tomé su mano y me condujo hacia la cama haciendo que me sentara en el borde.

—Espera aquí. —me dijo dando media vuelta.

Abrió la mochila y sacó de allí una venda para mis ojos. Caminó en mi dirección y me la colocó asegurándose de que no viera nada.

—Ponte de pie.

Lo hice y entonces sentí sus labios en mi cuello, besando mi piel, mientras sus manos se deshacían de mi sujetador. Coloqué mis manos en sus hombros. Necesitaba agarrarme a algo porque sabía que terminaría en el suelo, derretida a sus pies en cualquier momento. Separó sus labios de mi cuerpo mientras sus manos continuaban su recorrido hacia abajo. Me empujó haciendo que cayera sentada en la cama y se deshizo de mi ropa interior.

—Acuéstate en el centro de la cama. —me pidió.

Hice lo que él me decía obedientemente. Podía sentir sus pasos por la habitación. Unos segundo más tarde sentí un movimiento a mi lado en la cama

—Sube las manos por encima de la cabeza.

Sin dudarlo ni un segundo hice lo que me pidió. Y entonces el tiró de mis manos hacia arriba para acomodarme más pegada al cabecero. Sentí un sonido de metálico y después sentí como rápidamente algo frío abrazaba una de mis muñecas y después la otra. Intenté mover mis manos, pero no podía. La sensación se sentía extrañamente familiar. ¿Acaso eran las esposas?

Solo Un Beso© ✔️(+18) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora