|My Kidnapped QUEEN!!| |MoShang|

[Epílogo +18]

¡My Kidnapped Queen!
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—... ¡Ah!

Jadeos intensos se escuchaban dentro de la habitación cerrada. Movimientos irreconocibles tumbaban la pared de alado. Y los gritos de lujuria se escuchaban por todo el castillo helado.

— M-Mi r-rey...— gimoteaba Shang QingHua siendo penetrado de espalda— ¡D-Deténganse!... Mi... ¡Mi rey!

Los choques de pieles se intensificaron ante el gemido lagrimoso y adolorido que lanzó el más pequeño de ellos. Su boca sacaba gemidos de placer vergonzosos y asfixiantes por la mirada de Mobei-Jun, quien se encontraba fuera de sí.

Un punto tocado lo lleno de placer máximo, el cual, le hizo retorcer como sanguijuela debajo de su rey. Sus manos apresaban las sábanas blancas, arrugadas por el movimiento salvaje y primitivo de Mobei-Jun, y este último mordía sin control la espalda del Shang QingHua.

El hermano avión lloraba bajo el toque del demonio, que no se resistía a explorar cada rincón de su cavidad interior, masturbando su mojado y erecto miembro.

Una mordida en su cuello lo obligó a doblar la espalda, dándole más espacio a su rey para chupar y lamer aquella zona llena de marcas, y profundizando la penetración en su ano.

Lágrimas salían de sus ojos. Se sentía indefenso, utilizado por su Rey, manipulado de cierta manera y obligado a tener eso con él.

Desconocía al demonio.

Se sentía tan...

— ¡AH! ¡N-No lo hagas...!— la respiración se cortó de sus pulmones, y sus piernas temblaron ante el orgasmo que sintió. Su esperma salió sin control, manchando las sábanas limpias—. N-No... d-duele...

Sus paredes interiores ardían. La cintura— aún apresada por las manos grandes y heladas de su rey— dolía. La saliva salía de su boca llegando hasta su barbilla fina y suave.

Intentaba recuperar el aliento con la poca conciencia que tenía, respirando lento y profundamente sin moverse, sin querer hacer un movimiento mayor y provocar al demonio de atrás.

Un dolor en su culo lo sacó de su ensueño, causando que gimiera por la salida del miembro de Mobei-Jun en su interior.

— Lo siento.

Shang QingHua se sorprendió, más no hizo ninguna mueca o acción para dar a conocer su expresión de asombro e incredulidad porqué— aunque quiere— su cuerpo no respondía, las piernas (que aún estaban abiertas mostrando su culo) temblaban como gelatina ante la mirada de su rey. Y el sonrojo intenso en sus mejillas, no ayudaba en nada para darle cara.

Sin embargo, persistía la idea de ser usado y desechado por Mobei-Jun.

Sollozó. Shang sollozo lastimado— mental como físicamente—, y ahogó un gritó en su garganta adolorida.

Estoy siendo sensible. ¡Estoy actuando peor que una damisela débil! ¡¿Acaso no eres un hombre?! Se reprochaba. La humillación sentida se extendía por todo su cuerpo como fuego consumiendo una hoja, el enojo contenido se desvanecía para convertirse en tristeza extrema y extraña en esa situación.

Porque... debería sentirse vulnerable, asustado y violado.

Porque eso era lo que había pasado.

— D-Duele— dice entre lágrimas. Le dolía el corazón, el alma enamorada, el cuerpo virgen que fue corrompido. Le dolía todo.

Y se hubiera permitido seguir lamentándose, si tan solo el movimiento de ser jalado no lo distrajera de sus pensamientos negativos y realistas.