Suspiré antes de tocar el timbre.
—Pensé que no vendrías.—dijo cerrar la puerta.
—Hola.—dije.—¿por qué?
—Es tarde.
—Son las diez de la mañana.
—A las ocho estaba bien; podríamos haber dormido o algo así.—dijo encogiéndose de hombros.
Lo miré frunciendo el ceño pero evité su comentario. No quería responder, o mejor dicho; no tenia qué responder.
—¿empecemos?—dije. Quería que me enseñara para irme a mi casa.
—¿dónde lo hacemos?—dijo y elevó una ceja.
—No lo sé. En tu habitación debe de...—me detuve cuando entendí su pregunta.—¡Hey! Estúpido.
—Yo no lo dije malinterpretándolo, tú tienes esa mente sucia.—dijo inocente.
—Como sea. ¿empecemos a estudiar?—dije recalcando la última palabra.
Él asintió.
Subimos a su habitación. Había un escritorio ahí pero con miles de cosas.
Luke con sus brazos tiró todo al suelo y lo miré sorprendida. Me miró y se encogió de hombros.
Suspiré. Esta sería una larga mañana.
Luke enseñaba bien.
—No entiendo esto.
—¿qué?—preguntó.
—Esto.—señalé.
—No veo.—dijo acercándose más. Me puse nerviosa al momento que sentí su brazo chocar con el mío.
—¿eso?—dijo y yo asentí. Lo miré detenidamente y él también lo hizo.—Es sencillo.—susurró.
Y luego de eso Luke me tomó delicadamente del cuello y me besó. Y lo que jamás esperé que ocurriría fue que; yo le seguí el beso.
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HOLA??
