Llegué un día lunes al instituto.
No veía a Luke desde hace unos días. Y tampoco lo vería más.
Simplemente el haber estado con Luke fue estúpido. Él no me quería y yo debía dejar de quererlo a él.
Yo era demasiado ingenua. No conocía a Luke ni por más de dos meses y ya me gustaba. Y yo para él era otra persona más que había caído.
Luego de unas horas, por fin fui a la cafetería en busca de comida.
Pedí solamente un jugo y una manzana. Pagué y caminé dispuesta a salir.
Hasta que lo vi.
Se encontraba en una mesa, con amigos. Hablaba con una chica. No me notó. Y tampoco es cómo si me importara.
Debía dejar de pensar en él.
Luego de una larga jornada, quedé de pasar un tiempo con Louis.
Lo esperé en una cafetería y luego de un rato, llegó.
Ordenamos y nos sentamos a hablar.
Me contó que estaba en temporadas de exámenes y se sentía exhausto.
También que había comenzado a hablar más con el chico que le gustaba. Que el viernes saldrían y que estaba muy emocionado.
Me alegraba por Louis, él era tan agradable y gentil, él se merecía lo mejor.
Luego de una hora, me despedí de él, porque debía ir a trabajar.
Fui caminando y al llegar me cambié mi ropa por mi uniforme.
Salí y me coloqué en mi puesto.
Hasta que él llegó.
Luke venía directamente hacía mí y yo discretamente me fui moviendo.
— Hey.— susurró detrás de mí. Suspiré y dejé de caminar. Me volteé y lo miré.
— Hola, ¿desea probar los nuevos snacks?— dije, ofreciéndole.
— Beth, por favor, escúchame.— suplicó.
— No tengo nada que escuchar, ahora déjame trabajar por favor.— susurré.
Él debía irse y dejarme porque a él no le importaba.
— Pero...— él dijo hasta que llegó Caleb, un chico que trabajaba aquí.
— Hola, si usted no está comprando, o viendo algo con respecto a los productos, debe retirarse. Más si está molestando a unos de los empleados.— dijo Caleb respetuosamente.
Luke lo miró molesto, y luego de unos segundos se fue, bastante enojado.
— Gracias.— le dije a Caleb.
— Está bien, no fue nada.— dijo.
— Bueno, seguiré trabajando.— dije y le sonreí. Me di media vuelta pero me detuve al escuchar su voz.
— Hey Beth.— dijo Caleb y yo me volteé para verlo.— ¿Quieres salir el viernes?
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hola ¿cómo están? espero que bien
nos vemos<9